martes, 26 de agosto de 2014

LA AXIOLOGÍA (I)

“Siempre es más valioso dar respeto, que manifestar admiración por las personas”. Jean Jacques Rousseau.

El concepto de la existencia de la conciencia, lleva de nuevo a la discusión sobre la ética, la moral y a los valores, cuyo estudio finalmente se convierte en una ciencia, reconocida hoy bajo el nombre de: Axiología. Esta última, es una disciplina relativamente joven. El término Axiología fue acuñado por primera vez en 1906, por Wilbur Marshall Urban en su trabajo: “Valuation: Its Nature and Laws”.

El vocablo Axiología proviene del griego άξιος, (axios) lo valioso o estimable y de λόγος (logos) ciencia o tratado. Es la rama, doctrina o disciplina de la filosofía dedicada al estudio teórico de la naturaleza de los valores y los juicios valorativos, tanto en sus aspectos positivos como negativos.

Analiza los fundamentos de los juicios valorativos que llevan a considerar que algo es valioso o carente de valor y de su influencia, en comunión con la ética y con una metodología aplicada.

Otras fuentes consideran que la Axiología, es el sistema formal para identificar y medir los valores definidos en la estructura particular de cada persona, originada bien sea desde su personalidad o a partir de sus percepciones y decisiones.

Igual, se trata del análisis que contempla las consideraciones fundamentales de los juicios de valor, utilizados por el ser humano.

A través de la historia se han desarrollado distintas teorías axiológicas acerca de la naturaleza de los valores, de las cuales, las de mayor trascendencia han sido las desarrolladas por Platón, Imanuel Kant y Fiedrich Nietzsche.

Como rama del conocimiento o disciplina específica e independiente, nace hacia la segunda mitad del siglo XIX y se consolida a principios del siglo XX, aún gracias a disponer de antecedentes ancestrales remotos.

El asunto de fondo no es una novedad, pues desde la antigüedad los temas axiológicos han sido de interés de los filósofos, quienes siempre han reconocido la existencia de cosas valiosas, tales como por ejemplo: la verdad, la felicidad, la virtud, y los respectivos opuestos, no valiosos.

Sócrates, en su momento analizó conceptos tales como "la belleza", "el bien", "el mal".
Platón definió valor como: "La propiedad que da verdad a los objetos cognoscibles, en una palabra como la fuente de todo ser, en el hombre y fuera de él". El propio Platón, en su génesis utiliza el concepto de los valores, como sinónimos del correcto funcionamiento del Ser.

En su tratado “La República”, él afirma que el bien, es el valor supremo, o sea, que es aquello a lo que aspira confluir todo. Perfila sutilmente al valor, como el máximo garante del orden en la realidad, y lo destaca como el modelo que el individuo y la sociedad han de perseguir para lograr su perfección.

Así, los valores, se convierten en objetos reales, a ser utilizados como modelos ideales, que se deben copiar en el mundo sensible.

Por su parte, Aristóteles abordó ampliamente el tema de la ética y se extendió en diferenciar las variadas concepciones de valoración que tienen los bienes. De esta forma, dentro del proceso de generalización del pensamiento humano, el concepto de valor, constantemente adquirió una clara interpretación filosófica.

La noción de valor, ha estado presente en el discurrir de la cultura del hombre desde el inicio de la humanidad, pues para él siempre han existido cosas valiosas como por ejemplo: la salud, la inteligencia, el bien, la verdad, la belleza, el amor, la felicidad, la virtud, entre tantas otras. En fin, involucra todo aquello que en un momento se llega a desear o apreciar, ya sea por su excelencia, su utilidad o por su perfección.

Con la llegada del Modernismo resurge la concepción subjetiva de los valores, al retomar algunas de las tesis aristotélicas.

En su obra: Leviatán (1651) se expresó:

"Lo que de algún modo es objeto de apetito o deseo humano, es lo que se llama bueno, el objeto de su odio y aversión, malo; y lo merecedor de desprecio, se llama vil e indigno. Pero estas palabras de bueno, malo y despreciable siempre se usan con relación a la persona que los utiliza. No son siempre una regla de bien, sino es tomada de la naturaleza de los objetos en sí mismos". Charles Hobbes.




Fuente: Mi libro: “UN SENDERO A LONTANANZA”.

Registro de Propiedad Intelectual DNDA: 10-427-242

Autor: Daniel García Vanegas.

Dar sus comentarios a mayorideas@gmail.com

ETIQUETAS: Deontología Axiología Esoterismo filosofía taoísmo mitología hermetismo espacio, espacialidad tiempo materia energía dimensión ética moral consciencia valores principios universalidad voluntad presencia trascendencia miedo temor paradoja ignorancia violencia ira


martes, 19 de agosto de 2014

LA DEONTOLOGÍA


“La moral descansa naturalmente en el sentimiento”. Anatole France.

En el carrusel del desarrollo del pensamiento, aparece el pensador Jeremy Bentham (1748 - 1832) padre del utilitarismo, quien en su libro: “Deontology or the Science of Morality”, introduce el concepto básico de obrar ‘de acuerdo a la ética’, concepto que se corresponde con obrar de acuerdo con un código predefinido.

Indica que un apartamiento de esa norma previamente definida y aceptada, en general dada por escrito, constituye una actitud o un comportamiento no-ético. Por tanto, habla del argumento supremo que ha de orientar hacia el bien cualquier conducta humana, entendida esta última, como un comportamiento observable.

Allí, se gesta la deontología, término procedente del griego δέον "debido" y λόγος "tratado", introducido por Bentham, el cual hace referencia a esta la rama de la ética, como la parte de la filosofía que trata de la moral y las obligaciones del hombre, cuyo objeto de estudio, son los fundamentos del deber y de las normas morales que allí subyacen. Se refiere específicamente al conjunto ordenado de deberes y obligaciones morales, que por ejemplo tienen los profesionales responsables de una determinada área, materia o disciplina.

La Deontología es conocida también bajo el nombre de "Teoría del deber" y junto con la Axiología, es una de las dos ramas principales que componen la ‘Ética Normativa’.

Hoy, puede hablarse también de una deontología aplicada, en cuyo caso, ya no se está ante una ética normativa, sino además, descriptiva e incluso prescriptiva.

La deontología aplicada al estudio de los derechos y deberes, particularmente enfocados al ejercicio de una profesión, se denomina, deontología profesional. Para su aplicación se elaboran los denominados códigos deontológicos, los cuales reglamentan, de manera estricta una actividad, o bien simplemente utilizan a modo de orientación, las cuestiones relativas al "deber", de los miembros de una determinada profesión.

Las profesiones, en general identifican la actividad del hombre y lo apoyan en la exploración y reconocimiento de las vías disponibles hacia el alcance de la experiencia que brinda la naturaleza metafísica fundamental, relacionada con el crecimiento del espíritu:
ü  Gobierno: El ámbito de administración de la autoridad, la definición de políticas y el liderazgo de la comunidad.
ü  Educación: El ámbito del aprendizaje intencional, la recopilación del conocimiento y la comprensión del mismo.
ü  Filosofía: Las creencias que se tienen acerca de sí mismo, de la vida y el Universo, y de la forma como se interpreta, lo que se experimenta.
ü  Artes: El espacio de la expresión creativa manifestado a través de diversos medios de expresión.
ü  Ciencias: El ámbito del ordenamiento del conocimiento a partir de las tesis, la experimentación y las conclusiones.
ü  Salud: El espacio de la vitalidad, el bienestar y preservación de la integridad de un sistema vivo.
ü  Justicia: El método de proteger los derechos innatos de cada persona equitativamente.
ü  Relaciones: El espacio de interacción humana y la manifestación de sensaciones, emociones, pensamientos, con otros seres y con el entorno.
ü  Comunicación: El método y los medios de difusión de la información y de entendimiento con los seres vivos, incluidos los medios de entretenimiento.
ü  Infraestructura: La disposición de las estructuras físicas subyacentes y de los sistemas de apoyo funcional de la sociedad humana.
ü  Ecología: El método de protección del entorno en que se vive, del mundo natural como un todo, incluido el observador.          
ü  Economía: El método que se ocupa de la producción, distribución, consumo y gestión de bienes, servicios, medios de cambio e interrelación laboral.

La deontología se nutre por un lado de un marco jurídico, y por otro, de un marco moral, los cuales, hoy se reconocen muy ampliamente en seis campos: el universitario, el gremial, el ético, el jurídico, el profesional y más recientemente el deportivo.

Por el contrario, la otra rama de la filosofía que existe es la denominada ‘Teleología’, que define el obrar éticamente como aquella actitud o comportamiento que contempla el bien para la mayoría, determinando lo que es correcto y qué no lo es, en función del pretendido resultado a alcanzar.

En la medida en que avanzaba el siglo XIX, el problema de la relación mente-cerebro se convirtió en una cuestión crucial de investigación, tanto para los fisiólogos, como para los psicólogos, quienes empezaban a prestar atención al estudio de la naturaleza física del cerebro, frente a la recíproca localización de las funciones cerebrales en el mismo. El médico francés Julien Offray de La Mettrie, fue el primero a quien se le acredita concebir la mente como algo material, provisto de una serie de células (neuronas), que interconectadas entre sí, hacían funcionar la masa física del cerebro.

Esta idea estuvo vigente hasta 1960 y dio lugar a que a mediados del siglo XX, inclusive se crearan nuevos modelos de procesamiento de la información, que pretendían establecer paralelismo entre el cerebro y la nueva disciplina de la informática. Dichas teorías obviamente presentan serias limitaciones y en consecuencia por defecto, se incluye otro concepto, que corresponde a la consciencia, raciocinio que busca comprender el cómo y el por qué se actúa, entendiendo esta idea entonces, como un rasgo que distingue la vida psíquica individual del ser humano.

“La conciencia es, a la vez, testigo, fiscal y juez”. Refrán popular.

------------------------

Fuente: Mi libro: “UN SENDERO A LONTANANZA”.

Registro de Propiedad Intelectual DNDA: 10-427-242

Autor: Daniel García Vanegas.

Dar sus comentarios a mayorideas@gmail.com

ETIQUETAS: Deontología Axiología Esoterismo filosofía taoísmo mitología hermetismo espacio, espacialidad tiempo materia energía dimensión ética moral consciencia valores principios universalidad voluntad presencia trascendencia miedo temor paradoja ignorancia violencia ira


martes, 12 de agosto de 2014

EL ESOTERISMO


“El conocimiento que llega desde dentro, es el verdadero conocimiento”. Sócrates.

Ya desde los tiempos de los clásicos griegos, el conocimiento occidental ha llevado a dilucidar diversos misterios y el pensamiento ha levantado muchos velos de superstición que interpretaban la verdad, aun cuando no ha sido una tarea fácil.

Dice Priya Hemenway en su libro: ‘El código Secreto’: “La importancia de la civilización egipcia como fuente de sabiduría es enorme. El templo de Uaset (actualmente Luxor), la primera universidad del mundo, llamada septer, fue construido durante el reinado de Amenhotep III (hacia 1391 a.C.). En su mejor época contaba con 80.000 estudiantes. Tales de Mileto, Platón, Aristóteles, Sócrates, Euclides, Pitágoras, Hipócrates, Arquímedes y Eurípides, estudiaron allí. El griego san Clemente de Alejandría dijo que ni en un libro de mil páginas se podrían registrar los nombre de todos los griegos que fueron a Kemet (nombre que daban los egipcios a su propio país; pues luego, fueron los griegos, quienes lo llamaron Egipto)”.

Los descubrimientos científicos han permitido cada vez más, comprender lo que los grandes maestros de la humanidad siempre han sabido y pregonado: “La verdad está en el interior del Ser… conócete a ti mismo”. Sin embargo, la constante manipulación en pro de intereses particulares casi impuestos, ha desviado la atención del observador y lo han alejado de ésta única realidad.

Nace entonces el esoterismo como práctica secreta y de difícil acceso. Esoterismo del griego έσώτερος [API /e'so:teros/]: ‘dentro, desde dentro, interior, íntimo’; unido al sufijo ‘–ismo’, es un término genérico usado para referirse al conjunto de conocimientos, enseñanzas, tradiciones, doctrinas, técnicas, prácticas o ritos de una corriente religiosa o filosófica, incomprensibles para los profanos.

Sus enseñanzas se transmiten pues, únicamente a una minoría selecta que requiere un cierto grado de iniciación para estudiarla y la necesidad de practicarla en su total profundidad. La postura esotérica insertó con mística y doctrinas, el acceso al conocimiento para que unos pocos elegidos, participaran del saber profundo.

La palabra proviene del latín mystĭca, misterio, trata la vida espiritual en voz baja y su conocimiento se mantiene oculto, dando acceso exclusivo a los escogidos. Su significado posteriormente derivó en devoción. Para las antiguas civilizaciones, la búsqueda del conocimiento era un marcado dominio exclusivo de ciertos grupos privilegiados que detentaban el poder y que dominaban las masas desde sus templos y palacios.

Pero mucho de esa sabiduría se ha podido rescatar, pues la historia muestra innumerables ejemplos, donde se resaltan principios apoyados en la búsqueda de la verdad, de la justicia y la equidad.

Tal es el caso atribuido a los Esenios, congregación judía, cuyo origen se remonta al hijo adoptivo de Moisés, llamado Esén, aproximadamente 1.500 años a.C. congregación que ofrece algunas visiones claras sobre la relación de unidad del hombre con la tierra, basados en las ciencias de su tiempo.

Esto se colige de los manuscritos del Mar Muerto o ‘Código de Isaiah’, escrito 500 años a.C., y encontrado en 1946 y llevado a la luz pública en los últimos 60 años, brindando acceso a tales secretos libremente, esto es, permaneciendo con sellos abiertos, a todos quienes quieran analizar las antiguas propuestas de interpretación sobre la libertad interior allí planteadas, y vigentes desde hace tanto tiempo.

La tradición esenia sugiere en principio la existencia de dos emociones esenciales, el amor en un extremo, concebido como la percepción de valor, la acción de la inclusión, la necesidad de compartir, y en el otro extremo, cualquier cosa que se le llegue a oponer, generalmente es asociada con fenómenos como la exclusión, la animadversión o el miedo. Además, de dichos manuscritos se desprende una marcada tendencia al determinismo cuando sostienen:

“Cualquier resultado que se pueda imaginar, y cada posibilidad que se pueda concebir, es un aspecto de la creación que ya ha sido creado y que siempre existe en el presente como un estado “latente de posibilidad”. Aseverando que el hombre no crea situaciones, sino que simplemente accede al resultado de una posibilidad ya antes existente. Código de Isaías.

Pitágoras ayudó a la ciencia de los números, disertando con luces asombrosas, ciertos aspectos de la naturaleza, aún las costumbres de los hombres y hasta las fuerzas sobrenaturales. Resalta que los números pares son los números de la justicia, resultado de la división igual de sus partes hasta llegar a la unidad. Y que en la igualdad, se encuentra la razón y el complemento de toda justicia.

Mostró la década como el límite y suma de todos los números. Indicó que los números superiores a diez, eran sólo un ensayo de los diez primeros, y por ello, atribuyó una gran dignidad a la decena. Dijo que los números impares eran análogos a las formas de las cosas naturales y los números pares a la materia, de donde concluyó que los números pares conducían a la inteligencia de las sustancias sensibles y los números impares a la inteligencia de las cosas espirituales.

La numerología abarca una amplia multiplicidad de elementos, sea la sucesión de los tiempos, el movimiento de los astros, la rotación de los cielos. Es la disposición que toda cosa tiene, como principio necesario del encadenamiento universal. Los números encierran dentro de su naturaleza las virtudes más extensas y más sublimes. Para el filósofo que intenta considerar cuán grandes y numerosas son las maravillas escondidas en las cosas naturales, su presencia es innegable, a pesar de la tendencia que producen los efectos sensibles que fuerzan al observador a suponer, antes que a ver.

Bien, el oriente asimismo hace grandes aportes al conocimiento de la humanidad, tal es el caso de la cultura china. Según la tradición, el transliterado Tao Te Ching, también llamado Dào Dé Jing cuya autoría se atribuye a Lao Tsé, es un texto clásico, cuyo nombre proviene de Dao ‘camino’ o proceso esencial e innominable del universo y de Dé ‘virtud’ o poder inherente " que junto con Jing, "libro clásico". Así, Daodejing, literalmente puede traducirse como: ‘Libro clásico de la senda y la virtud’.

Su contenido es considerado uno de los fundamentos del taoísmo filosófico y tuvo una gran influencia en otras escuelas, como el legalismo, el nuevo confucianismo y con el budismo que han sido interpretadas en gran medida, por los conceptos taoístas.

La filosofía china de la naturaleza, inspiró la cosmovisión de pensamiento taoísta, representada por artistas, pintores, calígrafos como fuente de inspiración. Su influencia se ha extendido allende de su origen, gracias a las traducciones a las numerosas traducciones disponibles.

Las cualidades de flexibilidad y suavidad son normalmente superiores a rigidez y resistencia. Toma el concepto de ‘camino de retorno’, no como el regreso al pasado, sino como un reencuentro consigo mismo, a través del aprendizaje cotidiano de la propia herencia. La práctica del Tao consiste en sustraerse día a día. La Nada es la esencia del Tao y el Ser espiritual es su función.

La palabra Ser no explica nada, pues tiene la ventaja de que se trata de un concepto abierto. No obstante, el Ser espiritual representa la vida eterna siempre presente y dada su esencia íntima, invisible e indestructible, evoca un estado natural de conexión con lo inconmensurable e indestructible, más allá del nombre y de la forma que se pueda percibir, sea en forma consciente o inconsciente.

El vocablo, no logra reducir lo infinito invisible a una entidad finita, sino que conserva su esencia y presencia, sin embargo su alcance, sólo es percibible bajo un estado consciente de perfecta quietud denominado: "sentimiento-realización", fenómeno que no puede ser entendido por la mente en toda su dimensión. El uso indiscriminado del término, tiende a comportarse igual que la palabra Dios, la cual se ha tornado vacía de significado, como producto de miles de años de abuso y mala utilización.

Asegura el maestro que para alcanzar el dominio del Tao es necesario primero congraciarse con la inmovilidad, sin ocuparse de las cosas del mundo dejando de lado el intelecto, el conocimiento, el deseo, el egoísmo y demás preconcepciones, dando al Ser una amplitud mental auténtica.

“Quien desee la admiración del mundo hará bien en amasar una gran fortuna y en gastarla después. El mundo responderá con admiración conforme al tamaño de su tesoro. Por supuesto, esto no tiene ningún sentido. Deja de luchar por la admiración. Coloca tu interés en el Tao. Vive de acuerdo con él, comparte con los demás las enseñanzas que llevan a él, y serás bañado por las bendiciones que fluyen de él. Lao Tsé.

------------------------

Fuente: Mi libro: “UN SENDERO A LONTANANZA”.

Registro de Propiedad Intelectual DNDA: 10-427-242

Autor: Daniel García Vanegas.

Dar sus comentarios a mayorideas@gmail.com

Etiquetas: Esoterismo, filosofía taoísmo mitología hermetismo axiología espacio, espacialidad tiempo materia energía dimensión ética moral axiología consciencia valores principios universalidad voluntad presencia trascendencia miedo temor paradoja ignorancia violencia ira



martes, 5 de agosto de 2014

LA MITOLOGÍA (II)

“Toda idea extendida hasta el infinito, se convierte en su propio opuesto”. G.W.F.Hegel.

El rito y los rituales, se funden en acontecimientos místico-teatrales, aquellos símbolos asumidos por el hombre para su adoración metafísica.

Esto se resalta, al observar como las sociedades alrededor del planeta, practican una gran cantidad de ritos o supersticiones comunes que encuentran su origen en sus más raras y rancias creencias ancestrales.

Por ejemplo, aseguran connotados eruditos que en la China durante el período de las Cien Escuelas de Pensamiento y de los Estados Combatientes, en torno al siglo IV. AC., apareció la figura histórica de Li Er 李耳, cuyo nombre de pila fue remplazado literalmente por el título honorífico Lao-Tsé, compuesto de dos sinogramas, el lǎo que significa ‘viejo’ y , erudito virtuoso o ‘Viejo Maestro’, a quien se le atribuye haber escrito el ‘Tao Te Ching’, obra esencial del taoísmo, por lo que es considerado uno de los filósofos más importantes de todos los tiempos.

Al igual que muchos otros pensadores chinos antiguos, sus explicaciones utilizan a menudo paradojas, analogías, adopción de citas, repetición, simetría, rima y ritmo. Los escritos que se le atribuyen son poéticos, densos y frecuentemente crípticos, y sirven como punto de partida para meditar sobre el Cosmos o sobre sí mismo. Muchas de las teorías estéticas del arte chino se han basado en sus ideas y las de su discípulo más famoso, Zhuang Zi.

Según dicho libro, el Tao o Dao, es traducido generalmente como ‘El Camino’ que puede asimilarse con un cambio permanente en busca de la verdad universal, la cual, expande su significado hasta incluir el orden innombrable e inmanente del universo. Aclara sí que el Tao que puede ser nombrado, no es el Tao eterno.

Se trata de un escrito místico que cubre muchas áreas de la filosofía, de la espiritualidad, del crecimiento individual y hasta de técnicas de buen gobierno. Hace hincapié en el concepto del wei-wu-wei, o ‘acción a través de la inacción’, lo que no significa mantenerse quieto sin hacer nada, sino evitar la presencia de intenciones explícitas o impedir que actos voluntarios, obstaculicen la fluidez armónica de la naturaleza.

Wuwei se entiende no como una impasibilidad ante los acontecimientos, sino como una sumisión frente a los mismos. Dado que existe el movimiento y dado que todos los seres se transforman, la opción del sabio pasa por la observación y por la contemplación que se traduce en un actuar de manera connatural a los seres o un no-actuar para adaptarse sin sufrir daño. Su fin se logra, respetando la forma en que las cosas naturalmente crecen y decrecen, por lo que en consecuencia, las acciones adoptadas de acuerdo con el Tao, resultan más fáciles y productivas que las que se le oponen.

Pregona que la violencia debe ser evitada, hasta el punto en que la victoria militar, se debe convertir en una ocasión de duelo, debido al indeseable uso de la fuerza contra otros seres vivos. Asevera que la victoria en la guerra no es gloriosa. Hay motivo para celebrar, más causa dolor, porque de sus entrañas surge de la devastación, pues el uso de la fuerza sólo atrae la fuerza. Por ello indica:

El hidalgo aborrece la milicia ya que en la victoria no hay belleza: la matanza del semejante implica el llanto de las aflicciones”.

Es más, ya desde entonces se argumentó que las leyes y regulaciones excesivas, obstaculizan el funcionamiento de la sociedad y oprimen la libertad de las personas.  La enseñanza de la filosofía taoísta se basa en el análisis de la naturaleza en el más amplio sentido de la palabra, para así enfocarse en el orden y funcionamiento natural de la vida y la existencia, como madre indiscutible de todo lo que es.

La visión de su tesis, toma como punto de partida la doble función de la naturaleza universal existente o fenómeno del Yin-Yang, para luego ahondar en conceptos más amplios acerca del origen cosmológico del universo, buscando determinar la fluidez natural y el orden con el que las diferentes formas han ido mutando para perpetuar la continuidad de la existencia. El contraste de los opuestos que marca las diferencias entre lo masculino y lo femenino, entre la luz y la oscuridad, entre lo fuerte y lo débil, etc., es lo que permite captar, entender y apreciar de alguna forma la magnitud del universo.

Por su parte, el cambio entre los opuestos, es lo que permite el flujo natural y dinámico del universo, mientras que el estancamiento, sólo atrae desarmonía y devastación. Al determinar el orden natural de funcionamiento de los seres vivos, y sobre todo al tomar en cuenta lo que el hombre debe hacer para lograr una mejora continua de su vida, explica cómo, por el incumplimiento de las normas naturales, el hombre ha desviado su armonía cósmica y ha generado sus propias calamidades, al contradecir el ritmo natural, reemplazándolo con ordenanzas y actitudes absolutistas superficiales y dogmáticas, desequilibrando así, la razón de ser de la humanidad, cuyo resultado acaba por favorecer las clases dominantes, a costa la desgracia de las clases inferiores.

Cuanto más obstinadamente se intenta algo, más resistencia se crea, y entre más se actúa en armonía con el universo, mucho más se puede lograr, con menor esfuerzo. El maestro utiliza el paralelismo, el simbolismo y la alegoría para comparar aspectos del comportamiento humano, análisis que es característico de la filosofía taoísta y de otras escuelas de pensamiento oriental, y se hace con respeto y sin pretender penetrar en el desarrollo de otras mayores profundidades simbólicas.

Desarrolla diferentes conceptos filosóficos que pretenden explicar ciertos aspectos significativos de la existencia, de manera que explora campos de estudio que van desde la cosmología y la cosmogonía, hasta los aspectos más simples del diario vivir, abordando aspectos tocantes con la sociología, la política, la economía y la religión.

La malinterpretación, la superficialidad y la incomprensión religiosa, en ciertos casos tienden a inducir la interpretación de que el Tao y otras manifestaciones, son dioses o algún otro tipo de entidades espirituales o superiores, empero, en este caso, Lao Tsé describió el Tao, como el origen de todo y como la fuente última de la totalidad, tanto en lo físico, como en lo abstracto, concepto que se asocia más, con el antiguo concepto griego del Arjé.

Arkhé, es el principio supremo unificador de los fenómenos y está en la base de todas las transformaciones posibles de las cosas. Es el principio constituyente que junto a la physis es uno de los dos conceptos principales utilizados por los presocráticos en sus especulaciones metafísicas. Para Lao Tsé, el Tao es un vacío, un no-ser del que surge el Ser. Se resalta entonces como algunos ritos, poseen un cariz puramente hermético-religioso, y aun así, han sido conservados con esmero, como herramientas de poder mágico detentado en manos de los manejadores de diferentes cultos, mientras otros, al irse olvidando con el paso del tiempo, han convertido dicho cariz inicial, en simples tradiciones, ritos o costumbres. Así, en el funcionamiento del concepto mágico de quien detenta el poder, resulta fundamental definir el quién, el dónde, el cómo, y el cuándo, para que su fuerza logre tomar forma real.

El quién indica que cualquiera no tiene la capacidad de manejar los poderes, por tanto, se debe encargar alguien especial de la tribu, el chamán, o hechicero, quien maneja las fuerzas del bien, o en su defecto, el brujo que maneja las fuerzas del mal, el cómo, es la manera de ejercer el poder que normalmente requiere la presencia de un rito, esto es, disponer de una manera especial de invocar los poderes.

El dónde, se justifica porque los ritos se llevan a cabo en un lugar especial escogido y adecuado para tal fin y el cuándo, se evidencia porque no se realizan en cualquier momento, sino en ciertas situaciones especiales. Por tanto, los ritos sagrados siempre cumplen unos requisitos de lugar y de época, generalmente asociados con los fenómenos astrológicos ya antes reconocidos.

Subsecuentemente, aparece el conocido planteamiento religioso, como resultado de la estructuración formal de lo esotérico. Surgen diferentes creencias y se van diferenciando unas de otras que al igual que en el concepto mágico, son los inexplicables factores externos al individuo, los que continúan siendo la fuente y origen de su justificación. Ahora bien, se cree en algo superior que además de estar por encima del ser humano, lo está asimismo de la naturaleza y sus fuerzas. Entonces, ya en el planteamiento religioso, existen elementos de ordenamiento y de jerarquización.

El quién de lo mágico, está depositado en el sacerdote; mientras el dónde se ubica en un templo o maloca determinada y jerarquizada. El cómo, o sea el ritual, está totalmente predeterminado y es consecuente, al igual que el cuándo que corresponde a las fechas sagradas. Los dioses ya no son cualquiera, sino ya están determinados y cuentan con características especiales y disponen de ciertos poderes asignados con una ordenación intangible. Y en el mejor de los casos, los dioses se reducen a uno solo. Casualmente, se destaca como las deidades de las más diferentes variadas culturas, rigen sobre los mismos dominios que influyen el normal proceder humano, como se puede apreciar en el siguiente cuadro comparativo:

Dennis Hebron.
“La palabra debe ser vestida como una diosa y elevarse como un pájaro”.  Proverbio tibetano.
------------------------

Fuente: Mi libro: “UN SENDERO A LONTANANZA”.

Registro de Propiedad Intelectual DNDA: 10-427-242

Autor: Daniel García Vanegas.

Dar sus comentarios a mayorideas@gmail.com

Etiquetas: Filosofía mitología hermetismo axiología espacio, espacialidad tiempo materia energía dimensión ética moral axiología consciencia valores principios universalidad voluntad presencia trascendencia miedo temor paradoja ignorancia violencia ira