martes, 25 de noviembre de 2014

LOS BLOQUEOS


LOS BLOQUEOS

“Cuanto mayor es la dificultad, mayor es la gloria”. Marco Tulio Cicerón.

La mayoría de los bloqueos nacen por cuenta de la ignorancia.

Una vez que las dudas asaltan y los bloqueos se observan de cerca, es posible reconocer que no pueden ser eludidos sin que aparezcan otros más, así que visto simplemente: “Pretender eludir las dificultades, significa conservar los bloqueos”.

No todo es tan fácil, como se puede imaginar. En muchas ocasiones, aparecen obstáculos y problemas que se antojan sin solución e inhiben la creatividad, cuando en realidad resolverlos, puede resultar sencillo, sin embargo, el observador ‘no cae en cuenta’ de cómo hacerlo.

En muchos casos, lo que sucede, es que no hay claridad de la naturaleza de los bloqueos y menos, de cómo deben enfrentarse. Por supuesto, lo primero es determinar que sí existen tales bloqueos y definir su clase, pues los hay de diferentes tipos: perceptivos, emocionales, socio-culturales o del entorno. Los más comunes ya debidamente clasificados son:

1.- Bloqueos perceptivos:

a) Dificultad para identificar el problema como un todo. El bloqueo perceptual aparece, cuando no se reconoce el problema, saber qué es lo que anda mal, o no se pueden ver todas las dimensiones del asunto. Sucede por ejemplo cuando los prejuicios, hacen plantear el problema de manera errónea y en consecuencia, se dan soluciones inadecuadas. Es preciso mantenerse atento a los prejuicios y las obstinaciones que son bloqueos a la comprensión y a la creatividad. Muchas ideas no pueden entrar al cerebro, porque otras allí establecidas le cierran el paso.

b) Dificultad para aislar el problema: En ocasiones, es la obsesión sobre un solo aspecto concreto del problema, lo que limita la visión del mismo y por ello, no se puede ver todo el conjunto. Esto suele ocurrir especialmente ante el cansancio, allí donde el umbral de la percepción, es menos sensible.

c) Bloqueo por limitación del problema: Se produce cuando se presta poca atención a todos los demás aspectos que hay alrededor del problema y éste deja pocas posibilidades de solución. En ocasiones se delimita tanto que no se permite hacer otros planteamientos.

d) Dificultad para percibir relaciones remotas: Consiste en no establecer conexiones, entre los diferentes elementos del problema.

e) Dar por bueno lo sabido: En la vida cotidiana, muchas veces se dan por buenas, cosas que no lo son, sin dudar de ellas. Hacer un borrón completo y cuestionar lo conocido, como si se tratara de algo nuevo o extraño, puede llevar a encontrar nuevos enfoques.

f) Rigidez perceptiva: Una de las características de las personas creativas es la flexibilidad o facilidad para pasar de una forma de percibir a otra. Por ello, la rigidez de mantener la misma estructura perceptiva, bloquea la búsqueda de soluciones distintas. Lo mismo sucede cuando se utiliza una sola línea de pensamiento centrada.

g) Otros bloqueos: Incapacidad para distinguir entre causa y efecto, carencia de utilización apropiada de varios sentidos al momento de observar, o indecisión e imprecisión para definir los términos y los límites del asunto en cuestión.

2.- Bloqueos emocionales:

Estos bloqueos provienen de la mentalidad, idiosincrasia, actitud, carácter, vivencias, grado de emotividad y seguridad de cada uno. Algunos de ellos son:

a) Inseguridad: La falta de confianza en uno mismo, encierra al individuo en lo que ya conoce. El creativo, se lanza hacia lo desconocido, afronta el riesgo de lo inseguro.

b) Temor a equivocarse o al ridículo: Muchas veces lo que puedan pensar los demás, limita la creatividad. Se llega a productos negativos, ante la posibilidad del fracaso o frente al riesgo que la consideración de los demás, decaiga.

c) Aferrarse a las primeras ideas: Usualmente, estas ideas suelen ser aquellas sobre las que no se tienen prejuicios, y el resto de ellas, contrastan con esta primera. El problema radica en aferrarse a las primeras ideas considerando que son las mejores o las verdaderas. En muchos casos, las buenas ideas no suelen venir al principio.

d) Deseo de triunfar rápidamente: El afán es contraproducente. Se necesita paciencia para verificar y elaborar acertadamente determinadas soluciones, como suele ocurrir en ciertos casos en que se desarrollan grandes ideas.

e) Alteraciones emocionales: La ansiedad, el temor, la angustia, la desconfianza, son responsables de bloquear la creatividad. Estas alteraciones no permiten la espontaneidad y actúan acaparando la atención, actuando como un mecanismo de defensa o de búsqueda de compasión.

f) Falta de motivación: Se requiere una gran dosis de motivación, disciplina y constancia, para llevar a cabo con responsabilidad, la labor creativa decidida.

3.- Bloqueos socioculturales:

La cultura, considerada como una fuente de bienestar y riqueza, asimismo puede llegar a empobrecer los actos creativos, cuyo origen, es la manera en que se ha sido educado que son las enseñanzas que hacen aceptar como bueno y como malo o viceversa. Algunos de ellos son:

a) Condicionamiento de pautas de conducta: La sociedad, al establecer pautas o normas de comportamiento, presiona para que éstas, sean aceptadas como normales, obligando a seguir sus prácticas, sin dejar espacio a la creatividad. La diferencia entre una persona creativa y otra que no lo es, es que la primera busca lo desconocido, frente al no creativo, quien ni siquiera lo intenta. Esto condiciona el pensamiento colectivo. Así se mantienen unas pautas de pensamiento que impiden plantear nuevas soluciones; de alguna manera, dichas pautas son límites en la forma de percibir las cosas que únicamente pueden corregirse mediante profundas modificaciones de la educación.

b) Sobre-valoración social de la racionalidad: Los procesos de razonamiento lógico y de uso de la memoria, son sobre-valorados, con preferencia por los miembros de la sociedad; un ejercicio de memoria o de recordación como muestra de inteligencia, por lo general es más apreciado que el valor que se asigna al poder imaginativo, la innovación y la divergencia, de modo que su inadecuada medida, coarta la iniciativa y la creatividad.

c) Falsa orientación: La sobre-valoración de la competencia, el exceso de confianza en quienes prestan su cooperación al proyecto creativo o una mala orientación, pretendiendo alcanzar la figuración como fin último, pueden hacer perder de vista el objetivo final o el meollo del problema sobre el que se trabaja. Igual, se pueden moldear las ideas en un sentido diferente a la orientación real de pertinencia, para la cual se trabaja.

Otros bloqueos que afectan al individuo, provenientes del entorno o del ego son:

ü  Las presiones originadas en el conformismo.

ü  La actitud autoritaria.

ü  La ridiculización de los intentos creativos.

ü  El sobre-valoración de recompensas o castigos.

ü  La marcada exigencia de objetividad.

ü  La excesiva preocupación por el éxito.

ü  La intolerancia a la actitud lúdica.

Todos ellos impiden alcanzar un producto verdaderamente creativo.

Gran parte de los bloqueos se originan en la negatividad, los temores o miedos. En este punto se debe recordar que el temor es un impulso mental previo a la acción, generalmente aprendido que mueve a abstenerse de actuar frente a situaciones que normalmente conllevan riesgo. Se pueden controlar en forma consciente, a partir de su clara identificación, esto es, de su reconocimiento.

Si bien los temores son un motor de prevención y cautela, elementos que sirven para evitar ciertos errores, no se debe permitir que sean los dominantes, porque entonces se convierten en el más temible enemigo a vencer. Así que, si se les permite crecer o no se hace nada para dominarlos, éstos se convierten en miedos.

El reto implica enfrentar la presión para obtener un mejor rendimiento, lo cual lleva al individuo a producir dos tipos de respuesta motora: enfrentarse o desistir que traducido al comportamiento del individuo, significa: “Pelea o huye”, frente a lo cual, el justo medio sería concertar.
Las razones, las reacciones y la solución a este tipo de respuesta, se resumen en el siguiente cuadro:
Respuesta natural motora de: Pelea o huye

Pelear aparece como:
Solución
Huir aparece como:
Arrogancia o agresión
Ecuanimidad
Callar y someterse
Exigencias
Pactar
Hacer acuerdos superficiales
Poner barreras
Acordar
Evitar
Descontar
Negociar
Dar gusto
Culpar a otros
Revisar
Aceptar la culpa
Imponer
Concertar
Ceder

Si los retos conllevan presión y si la presión lleva al estrés, entonces, normalmente la reacción lógica del individuo para contrarrestar este esfuerzo, es trabajar “aún más duro”, lo que en el argot deportivo se llama “sobre tratar”.  Pues aunque en principio parezca lógico este mecanismo de corrección, luego con el tiempo, resulta que “tratar demasiado duro” o la llamada sobre-exigencia sin medida, puede conducir hacia la auto-destrucción.

En este punto, resulta interesante revisar el mecanismo de enfrentamiento utilizado y ver si vale la pena buscar variantes, a partir de la creatividad.

Según Albert Einstein, “Insano” es definido como: “Aquel que hace lo mismo una y otra vez, esperando un diferente resultado”. Por ello, se dice popularmente que si se hace siempre lo que ya se ha hecho, no se llegará más lejos, de lo que siempre se ha llegado.

El problema de tratar duro, es que a menudo, funciona aparentemente bien en el corto plazo y por eso se continúa haciendo lo mismo de similar forma, sin embargo, al no darle una solución de fondo al problema, éste subsiste y aún hasta crece en el largo plazo.

“El ánimo que piensa en lo que puede temer, empieza a temer en lo que puede pensar”. Francisco de Quevedo.

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Fuente: Mi libro: “UN SENDERO A LONTANANZA”.

Registro de Propiedad Intelectual DNDA: 10-427-242

Autor: Daniel García Vanegas.

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martes, 18 de noviembre de 2014

Lo publicado hasta hoy

LO HASTA HOY PUBLICADO


“En realidad, vale más la pena acceder al contenido de un libro, cuando se lee por segunda vez”.

Para quienes siguen con interés el blog: “UN SENDERO A LONTANANZA”.

La siguiente es una simple sugerencia de un orden de lectura, para tener una mejor aproximación a los temas tratados. Si bien cada uno se puede ver de manera independiente, por supuesto hay una concatenación lógica en los temas tratados. La verdad, hasta ahora el orden ha ido surgiendo en la medida que se ha interactuado con la iniciativa de los lectores. En todo caso, si hay un interés sobre un tema en particular, simplemente se debe hacer control-click en la dirección correspondiente.


LA JUSTIFICACIÓN  (I)

LA JUSTIFICACIÓN  (II)

LO BÁSICO

LA RETROSPECTIVA

LA MITOLOGÍA (I)

LA MITOLOGÍA (II)

EL ESOTERISMO

LA ENTIDAD

LA EXISTENCIA

EL TIEMPO

LA TEMPORALIDAD

EL AHORA

EL DESDOBLAMIENTO

EL ESPACIO

SEMIÓTICA

LA ESPACIALIDAD

SIMBOLISMO ESPACIAL (I)

SIMBOLISMO ESPACIAL (II)

SIMBOLISMO ESPACIAL (III)

LA ENTIDAD Y LOS SENTIDOS

LA SENSORIALIDAD

LOS VALORES (I)

LOS VALORES (II)

LOS IMPEDIMENTOS

LA IGNORANCIA

ÉTICA Y MORAL (I)

ÉTICA Y MORAL (II)

LA DEONTOLOGÍA

LA AXIOLOGÍA (I)

LA AXIOLOGÍA (II)

LA AXIOLOGÍA (III)

EL EGO (I)

EL EGO (II)

EL EGO (III)

EL EGO (IV)

EL EGO (V)

LO IMPECABLE

LA LIBERTAD

Quedo a sus órdenes... 

“Uno puede llevar el caballo al agua, pero no lo puede hacer beber”. Proverbio árabe.

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Fuente: Mi libro: “UN SENDERO A LONTANANZA”.
Registro de Propiedad Intelectual DNDA: 10-427-242
Autor: Daniel García Vanegas.
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martes, 11 de noviembre de 2014

EL EGO (V)

EL EGO (V)

Como la vista es al cuerpo, la razón es al alma”. Aristóteles.

Las escrituras vertidas en el Bhagavad Gita, que revelan que el significado más profundo del principio activo de la existencia, corresponde al Espíritu Supremo Reconocen que para cada uno resulta extremadamente difícil percibir el alma dentro del corazón etéreo, aun haciendo uso de una aguda discriminación y/o utilizando toda la potencia de atención focalizada disponible, puesto que el subdesarrollo mental que se asimila con la impureza del pensamiento, no permite percibir la presencia de la potencia infinitesimal, aunque se realice un gran esfuerzo.

Y continúa argumentando, que sólo quienes perciban la inteligencia espiritual, logran la percepción de lo eterno y encuentran la diferencia con lo transitorio. Para ello es necesario que esté liberada de las formas duales.

A eso se refería Buda Gautama al hablar de la iluminación, cuando dice que hay que suprimir el deseo, proceder al vaciamiento de ideas y liberar el alma, pues solo aquellos que renuncien a los sistemas de creencias, pueden alcanzar la Divinidad.

El Gita habla del vacío y del silencio, ello, es la iluminación de la divinidad interna en su aquí y ahora, establecida en un eterno presente. El Ser de luz ha olvidado quién es en realidad y ha adoptado una nueva identidad que no se corresponde con la realidad, lo que deja siempre una sensación de vacío interior. Para poder llenar la sensación que falta algo, se intenta adornar la identidad que se ha tomado para que parezca más llamativa y valiosa y en esa acción interviene el ego.

Muchas veces se sueña con ese tipo de persona que se pretende ser y se imagina la forma de ser que gustaría tener. El mundo personal y social permanece lleno de "deberías", "no deberías", de "tendrías" y "no tendrías"...
 
Tales exigencias tienen sentido cuando el individuo se contempla a sí mismo como defectuoso e incompleto, aun cuando no tiene sentido cuando comprende que lo que está más allá de la identidad aparente, es una esencia llena de inteligencia, creatividad y armonía, y que por su propia naturaleza, ya es perfecta y completa. 

Por tanto, el entrenamiento que verdaderamente ofrece resultados no es el que ayuda a mejorar la falsa identidad, sino aquél que trasciende esa identidad para reencontrar quién se es realidad. Lo que se necesita, es descubrir qué significa la palabra: YO SOY”.

Esto no significa no tener ideas políticas o que no se tenga dinero o comodidad; ¿cómo se puede sin recursos dedicarse a la iluminación? Se necesita comer, pagar los servicios, acceder a libros. No se puede negar la existencia del cuerpo, el ego, la materia, ni el mundo, pero sí se debe entender que los conceptos y pensamientos son efímeros, y que cada uno define el mundo, tal como cada uno es y que en verdad, nada de lo definido es 100% real, puesto que el lenguaje de por sí, ya limita las cosas.

Al admitir que el ego en su despliegue de soberbia hace vivir al individuo sumiso y sometido a su impotencia, se debe reconocer que hay un poder superior que siempre acompaña al ego que es su divinidad interior y que ella se encuentra dentro de cada uno, por tanto, es posible concluir que el reconocimiento de dicha presencia, propiciará el regreso del hombre a su sano juicio.

Cuando se esté libre del falso ego, de la ilusión o de asociaciones degradantes, entonces se podrá reconocer la presencia del alma, pues indica, que aquellos imbuidos en la naturaleza material como resultado de la dominación del cuerpo, no pueden percibir la potencia infinitesimal eterna y que sólo aquellos iluminados por el ojo de la sabiduría, están en capacidad de tener acceso a dicho estado.

Así, únicamente con la cesación de los apegos ilusorios, con entusiasmo por lograr los alcances espirituales y una vez libres de las cadenas del deseo y de la ignorancia, esto es, sobrepasando la concepción dualista del placer y el dolor o de la felicidad e infelicidad, se llega al lugar sin retorno, allí donde el proceso perceptivo emana, gracias a la asociación eterna con el ser supremo.

El tiempo y la mente son inseparables, así que al aislar el tiempo de la mente, esta se detendrá, a menos que se escoja usarla.

El ego, identificado con la mente permanece atrapado en el tiempo, debido a la compulsión de vivir casi exclusivamente a través de la memoria y del instinto de anticipación, lo cual genera una ocupación interminable frente al pasado y una preocupación latente ante el futuro, creando en consecuencia una negativa a reconocer y a honrar el presente.

La compulsión surge porque el pasado da la identidad y el futuro contiene promesas de realización en innumerables formas. En la práctica, ambas situaciones son ilusiones.  Mientras tanto, en ningún momento se debe olvidar al ‘Ego’; ese descomunal tropiezo invisible que se atraviesa en el camino de la realización, junto con la porción de la mente consciente que lo mueve, mecanismos que se han venido entrenando incansablemente durante toda la vida, para interponerse entre el Ser y el Ahora.

Es por medio de la interferencia, como ellos logran tomar el control de la acción.

Se trata de fuerzas que se contraponen, pues mientras la mente se ocupa de fantasear o de distraerse, el ‘Yo Interno’, intenta concentrarse, convirtiendo dicha interacción, en un permanente juego de nunca acabar.

Todas las distracciones, son intentos del ego y de la mente por conservar el dominio del devenir de los sucesos, puesto que la mente se rehúsa a renunciar a su dominio, manejo y autoridad, mientras el ego, pretende seguir alimentando su inmensa vanidad y lo hace en todo momento.

Por su parte, el lenguaje del corazón se compone por formas, sentimientos, colores y sonidos. Es por ello que al abrir el corazón se es capaz de percibir y recibir transmisiones de información pura y cristalina, las mismas que expandirán la consciencia más allá de las limitaciones propias de la mente y el ego intenta hacer conexión con los reinos superiores, pero aún sin la madurez necesaria. Elementos como: depresión, confusión, insanidad, fanatismo, preocupación, destrucción, todos producen la sensación de una realidad separada, o de falta de propósito, e inclusive se llega hasta los miedos, entre ellos se considera la muerte.

En la Tierra se avanza en el aprendizaje enfrentando la negatividad y si se acepta éste hecho, el ego se desmorona. Entender que la fuerza dual asciende y se organiza en el ego o con algún principio mental asociado con el hemisferio izquierdo del cerebro que identifica a cada hombre, entonces, el tercer chacra, está en capacidad de materializar el funcionamiento del ego humano, coordinando energéticamente los procesos de nutrición y asimilación de alimentos físicos, proceso que determina la forma física individual y paralelamente, define la organización de las energías psíquicas que constituirán la mente egótica individual, albergada en el cuerpo físico.

Las glándulas denominadas: Para-ganglios supra-cardiacos asociadas con el timo, marcan que la apertura de este centro, es directamente correlativa a la merma o disminución de la fuerza del ego, pues el timo, es el centro a través del cual se ama y a través del cual, fluye la energía de toda conexión con cualquier forma de vida.

Allí, la conciencia del ego se expande, ondula y unifica, por medio del principio vibracional-espiritual. Asegurarse que las intenciones no provienen del ego y que la intención es como una flecha en el aire, nada la puede desviar, así que se debe apuntar con cuidado. La energía universal respalda la intención, la cual, es la base de toda manifestación.

La vida, cada uno muestra diferentes imágenes egóticas, algunos autores identifican e invitan a reflexionar sobre algunas caras comunes del tipo de ego, que ayudan a identificar cual es aquel papel asumido en cierto momento:
ü  De autenticidad. No quiere ser del montón, se aburre con la normalidad y busca la belleza pura, sin embargo, todo parece ordinario. Ante los otros, proyecta una imagen de ser únicos y especiales, para evitar que se puedan descubrir sus deficiencias. Sensible, individualista, idealista, temperamental y con un alto componente creativo.
ü  De colaboración. Dispuesto a ayudar, quiere ser querido y tiene miedo a mostrar sus propias necesidades, se muestra por tanto servicial y dispuesto a echar una mano a quien le haga falta. Se preocupa por los demás, generoso, demostrativo, complaciente y muy cariñoso.
ü  De fuerza. Con miedo a sentirse vulnerable, niega la propia debilidad, para mantener la imagen de fortaleza. Carismático, retador, vitalista, sincero, protector, voluntarioso, amante de las grandes hazañas y de grandes retos.
ü  De iniciativa. Con miedo a fracasar que se adapta como un camaleón a cualquier circunstancia con tal de mantener su imagen de éxito. Con personalidad ambiciosa, ganadora, rápida, pragmática, entusiasta. Mantiene una elevada consciencia de imagen.
ü  De lealtad. Con miedo a transgredir, mantiene una imagen de obediente, y proyecta en otros lo que no puede admitir de sí mismo. Preocupado, responsable, comprometido y con un alto sentido de la obligación. Verifica siempre diferentes alternativas.
ü  De Perfección. Corresponde a momentos que con ira, se tiene miedo a mostrarla, entonces se muestra una cara diferente de lo que realmente se siente, es decir, aunque se puede estar verdaderamente incómodo, se muestra una imagen agradable. Se trata de personas correctas, precisas, educadas, con unos sólidos principios morales y con un alto nivel de auto-exigencia.
ü  De positivismo. Con miedo a sufrir, así que evita el dolor racionalizándolo, manteniendo la imagen de eterno optimista. Osado, alegre, práctico, espontáneo, versátil y con una gran capacidad de entusiasmarse con todo lo que suponga un nuevo proyecto.
ü  De preparación. Con miedo al vacío si se aísla del resto, se protege con una imagen de sabio pensador. Distante, intelectual, tranquilo, objetivo y poco sensible a las emociones. Tiene una constante necesidad de aprender, de comprender y de averiguar todo.
ü  De tranquilidad. Con miedo a entrar en conflicto de modo que adopta un comportamiento al margen, pasivo, para mantener su imagen de persona de paz. Conciliador, indolente, modesto, satisfecho, complaciente que siempre crea armonía y mantienen la paz.

El ego, ese motor del ente hílico que en uso de sus artes de seducción y vestido con sus mejores galas, se presenta como el más fiel amigo del hombre, puede llegar convertirse en el peor enemigo de la trascendencia del Ser, misión a cargo de la Pneuma o espíritu, y que en el caso que la psique o alma, no inyecte en forma suficiente y oportuna las dosis de humildad necesarias para corregir la inmensa corriente generada por la ponzoñosa vanidad propia del primero, se produce una pérdida de reconocimiento del Ser interior”. Dennis Hebron.

Ahora bien, no se debe dejar de lado, que el funcionamiento del Ser involucra permanentemente al ego, elemento siempre presente en el accionar del ente, el cual pretende determinar lo que el ser debe hacer, cómo se debe hacer y por ello lucha incansablemente, buscando figurar, ser el protagonista y mantener el control. La mente a su vez, indica lo que hay que hacer y especialmente se refugia en recordar los elementos que considera influyentes; mientras los nervios, aquellos que permiten actuar, también participan activamente, dictando las emociones, así algunas de ellas resulten nocivas como son por ejemplo: la autocrítica, la duda y la pérdida de confianza, entre tantas otras.

Cuando los tres impulsos hablan al tiempo, esto es, el ego, la mente y los nervios, y en especial cuando hay contradicción entre ellos, parece entonces que hablara una confusa multitud, así que resulta necesario hacerlos callar, porque entre todos o alguno de ellos, dañan la armonía y por tanto, se interponen obstáculos en la correcta ejecución de la decisión escogida hacia la acción conveniente. Como resultado de la existencia de esta separación, no se percibe la unidad y por tanto, el individuo debe aprender cuando el sentido de la unidad se aleja y entonces, debe propugnar con toda su capacidad y a cualquier costo, encontrarla de nuevo.

Parte de la solución es prometerse que no se luchará contra sí mismo, pues armónicamente se deben resistir las influencias del ego, de la mente y de los nervios utilizando una alta dosis de paciencia, sin pelear, ni oponerse, para lograr acceder el poder de la inteligencia más elevada. Se debe recordar que mientras más se esté dedicado a la lucha, más profunda resulta la desunión.

El distanciamiento no es propiamente tener indiferencia o pasividad, es alejarse para desde afuera, desarticular el ego, centrándose en activar el ‘Yo Interno’, y rindiéndose ante él sin temores, sin pretender ejercer el control y evitando emitir juicios perniciosos. Distanciamiento, es entonces, tener una o varias visiones panorámicas de lo mismo, sea desde afuera, desde lo alto, desde lejos, desde cerca, desde adentro y desde cualquier otro ángulo que le sea posible acceder.

Todo momento es frágil y huidizo. Por hermosos que sean, no pueden conservarse los momentos del pasado. Por gozosos que sean, no pueden guardarse los momentos del presente. Por deseables que sean, no pueden atraparse los momentos del futuro. Pero la mente se desespera por fijar el río en un solo lugar, poseída por las ideas del pasado o preocupada por las imágenes del futuro, mientras que pasa por alto la simple verdad del ahora. Quien pueda disolver el tiempo en su mente, descubrirá de repente el Tao a sus pies, y tendrá la claridad a la mano”. Lao Tsé.

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Fuente: Mi libro: “UN SENDERO A LONTANANZA”.
Registro de Propiedad Intelectual DNDA: 10-427-242
Autor: Daniel García Vanegas.

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martes, 4 de noviembre de 2014

EL EGO (IV)

EL EGO (IV)

“Los oídos no sirven de nada a un cerebro sordo”. Proverbio árabe.

El ego resulta proclive al envanecimiento y la soberbia, producto de lo que se haya alcanzado, olvidando en muchos casos sus propias limitaciones y las consecuencias que se derivan de ciertos actos.

La gran humillación del personaje, es la vergüenza pública que surja por causa de ciertas muestras de debilidad o por la pérdida del dominio que aparenten o logren socavar su malentendido orgullo.
El Ego no es más que las ideas que cada uno ha generado de sí mismo, enmarcadas en el entorno que lo rodea y de la memoria que lo acompaña. Su accionar está especialmente fundamentado en una serie de condicionamientos, pues el ego nombra, juzga y sobretodo, crea una zona de comodidad desde la cual el individuo se mueve.

¡Esto último de ninguna manera es malo!

Pensar en la forma como resultaría el mundo sin ser definido, al no existir ninguna medida de comparación, por ejemplo del día y la noche,  se concluye que se han asignado nombres a los diferentes estadios por los que el observador transita en el tiempo, espacio, energía, movimiento y que todo ello obedece a una explicación social. La forma, el color o el sonido de una nota, son nombres asignados que denotan y condicionan ciertas propiedades.

El hombre bautizó o nombró todos los animales, plantas, objetos, emociones y sentimientos, hasta tal punto que lo hizo en diferentes idiomas y lo manifiesta con diversos signos. Así que gracias a que se nombran las cosas, es posible ubicarlas y definir miles o millones de características que les son relativas.

Sin embargo, el problema del ego es que al crear inconscientemente por efecto del instinto, la razón y la intuición tales categorías, el pensamiento deriva en cosas intangibles, como el amor, las ideas políticas, el éxito y todo el universo metafísico.

El ego con la ayuda de la contextualización social, ha creado todos los conceptos y condicionamientos, en principio básicos para sobrevivir y a través de la experiencia establece ya sea una trinchera o una zona de confort dentro del modelo del hábitat que lo rodea y la época que le corresponde, con base en las propias vivencias, es decir, sustentado en las ideas asumidas por cuenta de la influencia de los padres, maestros, amigos, gobierno y las demás que el medio y la cultura le hayan implantado.

Sólo sucede que a veces, ciertas mentes despiertas descubren que fueron educados con conceptos condicionados, errados, acomodados o mentirosos, las mismas que sin darse cuenta, hasta motivan reacciones adversas; entonces en uso de la oposición, dichas mentes adoptan otras creencias en manifestación de actos de rebeldía; se podrían citar cientos de ejemplos de carácter social, religioso o político.

En ese proceso se cambia una mentira por otra, sin buscar armonizar con desapego el pensar con el sentir, o la razón con la emoción, pues en general se acostumbra a tener un concepto o una creencia que limita la potencialidad de la vida. El individuo exige que el mundo reaccione tal como el piensa; se ofende porque alguien presente otra posibilidad opuesta a la configuración mental establecida en su exclusiva trinchera de la realidad y allí, aparece el miedo de ser vulnerable.

Todo esto conduce hacia otra aterradora verdad, tener que asumir que es impotente o inútil.  Se pretende que el poder personal depende de lo externo, ya sea de una posición, de una persona, de una adicción, de un amuleto o de un dios, mientras se permanece esperando a ver si por azar se cumplen los más íntimos deseos.

Tanto las religiones institucionalizadas, como todas las filosofías políticas, o las falsas ideas de "amor" que venden las telenovelas y Hollywood; en el fondo subliminalmente dicen: "Eres impotente, no sirves para nada sin la ayuda de algo externo o tu realización está en el consumo".

Craso error, la respuesta obviamente está en el interior del Ser, en la propia voluntad. En éste caso se habla, no de quien se cree que se es, no del ego, ni de ciertos conceptos que dicen lo que se pretende ser; no del título, ni de la profesión, la ocupación o el oficio, no de la afiliación política o religiosa de la creencia, sino en fin, de cuestionar  de algún modo la conceptualización asumida.

El individuo no es lo que dice ser, el Ser, ‘no es nada que pueda ser nombrado’ Se es mucho más que eso y cuando en realidad se descubre el Ser Interior, el Soberano Integral,  ya no se necesita de recurrir a ídolos, íconos o dioses externos que resuelvan los caprichos, pues ya se tiene la fuerza y la potencia para hacer que las cosas sucedan. No es sencillo, pero algún día se debe empezar el camino del reconocimiento.

Al momento de definir algo, eso queda limitado y se le quita su chispa divina. Aparentemente son los conceptos y las creencias los que permiten cumplir los objetivos. Más cuando se renuncia a esos conceptos, a ese deseo de definir todo y se penetra en sí mismo, entonces se accede a la divinidad, a la iluminación y se descubre que cada uno es un milagro y una potencia viva.

Y asociado al ego, resulta necesario hablar del concepto de sombra. Sombra es aquel aspecto emocionalmente denso, involucrado con el ego, aunque también y en parte, asociado al alma, como consecuencia del proceso de crear una elevada evolución de la vida espiritual.

La sombra, es esa parte "inconsciente" que condiciona el comportamiento y que se gesta no sólo en las experiencias en esta vida, sino también en la experiencia previa del desarrollo como almas, si así se considera por parte del observador.

Hay sombras que se forman en esta vida, primarias al nacer denominadas proto-vivencias o sombras gestadas durante el desarrollo individual; hay también otras sombras genéticas que provienen del linaje familiar o bien, de la historia evolutiva del hombre a lo largo de su existencia.

Desarrollar la inteligencia emocional e intuitiva de segundo nivel se considera fundamental, para lograr disipar y transformar tales sombras, para así, permitir que al final, la conciencia se unifique e integre con el ego.

El proceso llamado "sufrimiento eficiente", es de por sí, tremendamente transformacional, porque abre una nueva identidad transparente, al lado trascendente del Ser.

Pues bien, "Lo que sucede, es la única cosa que podía haber sucedido". Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que sucede podría haber sido de una manera diferente. Ni siquiera el más insignificante detalle. No existe, ni siquiera remotamente aquella posibilidad que con frecuencia se invoca al decir: ‘Si se hubiera hecho tal cosa... hubiera sucedido tal otra...’, todo ello sólo pertenece al mundo de la imaginación.

¡No! pues lo que pasó es lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para enseñar el profundo contenido de la lección que permite al observador seguir adelante. Todas y cada una de las situaciones que suceden en la vida, son perfectas, aunque la mente y en particular el ego, se resistan y no quieran aceptarlo, esto, aún a pesar de tener y mantener la capacidad de cuestionar sobre lo eventual que posiblemente habría podido suceder en el supuesto caso, de haber sido distinto el resultado de los eventos. Ello es una simple especulación que conduce al error.

Es de todos sabido que por influencia cultural, se busca desmedidamente la adicción poderosa de: comodidad mal concebida, dinero, poder, reconocimiento, carrera, y ego, con la idea primaria que al disponer de ellas, se resuelven todas las necesidades de cualquier tipo. Este falso impulso, se ha mantenido vivo, muy a pesar que el observador ha visto sufrir enormes cambios en la existencia humana y en infinidad de casos sucedidos, de edad en edad sin aprender de su trasfondo.

Hay dos tipos de virtudes humanas: las éticas o morales que consisten en dominar las tendencias e impulsos irracionales, propios del alma sensitiva y aquellas que Aristóteles el Estagirita, llama dianoéticas o intelectuales que corresponden a la parte racional propias del ego, ya sea del intelecto (nous) o del pensamiento (noesis).

Cuando en un grupo humano se sustituye el hecho competir por el de cooperar, se produce la unión y por ende, se alcanzan los objetivos comunes. Se contrapone al egoísmo, sinónimo de frialdad, lejanía y aislamiento.

El amor propio que exagerado se convierte en egocentrismo, mueve el principio general que dice: “Cada uno es el centro de su propio Universo... y cada persona con la que se hable, considera lo mismo”. Cada persona valora sus propias ideas e ideales por encima de los demás. Cualquier idea trasmitida y aceptada, pasa a ser incorporada como propia, en el bagaje del receptor. Descartes no se equivocó al decir que:

"El amor propio, es lo mejor repartido en el mundo".

De nuevo y en este momento, la consciencia que emana del alma, proporciona los medios de resolver todas las causas de dolor:
ü  La ignorancia de la realidad, se resuelve profundizando en la razón de la mente. Inmersiones de sensibilización profunda que desdoblen el nivel material, se requieren para encontrar las propias raíces del Ser.
ü  La falsa identificación que da el dominio al ego, igual se resuelve aprendiendo a identificar los niveles más profundos del habitante interior.
ü  La atracción de los objetos o en su defecto la repulsión de ellos, se resuelve mediante la valoración de la existencia de la vida interior, por encima de todo.
ü  El miedo al cambio y aún a la muerte, se resuelve cuando el alma experimenta la esencia de sí misma directamente, ya que así se sabe que el alma nunca nació y nunca muere, sólo así el Ser reconoce la eternidad.
Al igual que con las causas de sufrimiento, las soluciones a todo, crecen a partir de una mirada a la primera, pues si se explora sobre la verdadera naturaleza de la realidad, todo el dolor, con el tiempo llegará a su fin". Deepak Chopra.

El ego, haciendo uso de la mente, crea una pantalla de conceptos, etiquetas, imágenes, palabras, juicios y definiciones que bloquea la razón verdadera. A través de su encasillamiento conceptual, se interpone entre el observador, su propio yo, los demás seres y la naturaleza misma, rompiendo la unidad.

La mente egótica es la dueña del pasado y la promotora del futuro, su gran poder ha radicado en que con su incesante avalancha de pensamientos prácticamente anula el Ahora que sólo se puede encontrar bajo una posición de atención exclusiva la cual, sin un debido entrenamiento, lamentablemente no se puede sostener durante mucho tiempo, pues entonces el ego perdería el control del sujeto.

Saber esto, permite reconocer su aparición, puesto que su actuación y presencia van de la mano de la voz del Yo (ego) y rescatan un importante espacio al yo mismo (Ser), de donde surgen la creatividad, la alegría y la paz interior, entre otros.

Este hecho lo denominan algunos entendidos como ‘observar al que piensa’ y reconocer su actividad. Vale destacar que algunas personas, tal vez muchas, viven con un torturador en la cabeza que continuamente los ataca y los castiga, drenando su energía vital. Esto produce sufrimiento e infelicidad que llega hasta los límites de volverse una enfermedad.
Ahora que ha aparecido otro nivel de consciencia, llega la lucha por lograr la atención exclusiva, en un principio provoca tensión en el ego, hasta el punto que aplicada a la actividad, puede echar a perder cualquier imagen propiciadora de poder.

En la proyección de su cúpula, tomó la forma de líderes, para desembocar en la actuación que definió pioneros, conquistadores, reyes y gobernantes. Concentrarse, es alinear el corazón con la acción. Lograrlo, está directamente relacionado con disponer y aplicar una alta dosis de quietud interior.

Mantenerse quieto ahí, para lograr sostener la atención y la concentración, es crear la unidad entre causa y efecto. Significa permanecer sin distracciones. Por lo tanto, hacer lo que se necesite, definir cómo hacerlo, y cuándo hacerlo y determinar la forma, en función de aquello que racional y emocionalmente el observador decida ser o hacer, es dejar que fluya la acción, en forma espontánea y correcta hacia el Ahora.

El ego no es un elemento aparte, ni siquiera apartable. Como herramienta básica de experimentación, actúa como el director de esa orquesta que resuena en la mente de cualquier persona.

Elíjase lo que se elija, el ego decide. Si se decide andar, el ego lo hace, si se decide hablar, igual lo decide, cualquier acción la decide el ego, ya que es la parte manda que hacer, sea utilizar métodos de crecimiento personal, meditar, nadar, tener relaciones con otras personas, o simplemente trascenderse a sí mismo, en éste caso, el ego se experimenta así mismo como agresor y víctima, aun cuando los métodos enseñen la forma en que se trasciende el ego. Incluso el día que se decida no decidir, no hacer nada, será el ego quien habrá decidido no decidir.

Cada parte del ser tiene una función, el esqueleto soportar la estructura física, los músculos dar movilidad, los nervios conectar todo para que haya coordinación, los pies para el movimiento, la función del ego, es dirigir.

Ninguna parte es buena o mala en sí misma, tampoco el ego lo es, depende del uso que asuma, obtendrá ciertos resultados sea en una línea o en otra, buenos si se consigue el objetivo pretendido o malos si no se obtienen, y ello, al margen de si lo que se haya planteado es benéfico o perjudicial a sí mismo o a terceros.

Puesto que en todo lo que se hace hay cosas que producen un resultado más o menos satisfactorio, es en función del objetivo perseguido o de los caminos y medios utilizados que la actuación del ego, al ser utilizado de forma constructiva, tiene mucho que aportar.

Desde el punto de vista del crecimiento espiritual, lo deseable es que se utilice el ego para dirigir al Ser con armonía, haciendo lo posible por lograr estar bien consigo mismo y con los demás, buscando estar en paz, siempre que sea posible, y cuando no lo sea, evitando fricciones, sin que ello implique dejar de utilizar los medios adecuados para la defensa de los propios derechos e intereses.

Por supuesto lo anterior no es la única opción disponible, hay muchísimas formas más de experimentarse, y en función de ellas se obtienen unas experiencias u otras, pues la interacción con otras personas y con el entorno, genera acciones y reacciones, en definitiva un "karma". Y esto no implica que el colectivo social, deje de tomar las medidas que como colectivo, considere oportunas para facilitar una convivencia adecuada de todos sus miembros y el cuidado del medio circundante.

Si el ego tiene la función de dirigir, no quiere decir que tenga que hacerlo sistemáticamente y a todas horas, puede acudir a la reflexión propia de habitante interior. Tal como el hecho de tener pies, no quiere decir que sea necesario estar andando a todas horas.

Tal vez el principal mensaje asimilado, aparte de un sinnúmero de profundas enseñanzas de vida, ha sido la imperiosa necesidad de trabajar asiduamente para lograr integrar el mencionado Ser con el ego, en búsqueda de la unidad total, de forma tal que al final la unidad así formada, se adueñe por completo del desarrollo de toda actividad individual humana, siempre en armonía.

Se trata de fortalecer el Yo Interno y convertirlo en el aliado más valioso de la persona, puesto que él es la fuente de la profunda realidad personal, de todas las ideas, percepciones y emociones, ya que el pensamiento que siempre regresa a él, constituye en definitiva, desde la única causa del triunfo, hasta el productor de un rotundo fracaso.

Lograr la más insondable armonía entre el ego y el alma, es tal vez el principal objetivo, desarrollado por el propósito de acercamiento hacia una verdadera espiritualidad.

Según Chopra, el punto clave es encontrarse a sí mismo y de dominar el ahora, allí, donde la atención y la intención se funden en busca de la excelencia, ya que hace notar que por causa de un pequeño gran olvido, en general nadie es consciente de lo que significa, la conveniente disponibilidad de acceder el inmenso potencial que contiene ese otro Yo.

La espiritualidad está inmersa en la constante búsqueda de una clara identificación del ser y de reconocer cómo la vida da francas lecciones cotidianas de existencia.

Así pues, en muchos casos al reconocer que en el dominio del momento radica el cambio continuo, se permite identificar la forma como entre el silencio y la actividad, se presentan constantes conflictos, ya que el silencio pertenece al ser más profundo, mientras la actividad, es una derivación siempre ligada con el mundo exterior.

La función última o final del ego, consiste en ser consciente de sí mismo, sin entrar en dinámicas kármicas de acción o reacción, aceptando entonces que resulta adecuado que cada uno se experimente a sí mismo de la manera como lo considere más adecuado, ojalá, sin juzgar o cuestionar. En la práctica esto sólo sucede, cuando el ego por sí mismo, llega a la conclusión que la mejor opción de vida, es estar en una posición de armonía y por tanto decide seguir el consejo interior, dado por el dictamen del corazón.

Sin embargo, no se puede olvidar que el cuerpo etéreo, es fácilmente dominado por el cuerpo ordinario comandado por el ego, ya que éste, se encuentra entrenado para ello, intimida los sentidos etéreos, hasta llegar a producir la misma sumisión.

“No se puede desatar un nudo sin saber cómo está hecho”. Proverbio griego.

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Fuente: Mi libro: “UN SENDERO A LONTANANZA”.
Registro de Propiedad Intelectual DNDA: 10-427-242
Autor: Daniel García Vanegas.
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