martes, 31 de marzo de 2015

EL SONIDO (III)


EL SONIDO (III)

“Siete son los senderos que cruzan el Huerto Infinito, y cada uno deberá transitarse con el cuerpo, el corazón y la mente como uno...”. Código de Isaiah.

Ya los esenios hace más de 2.500 años sostenían que la clave del dominio de un comportamiento integral, se encuentra resumido como uno, en el anterior pasaje del código de Issaiah,

Según la más rancia tradición, todo en la creación recorre siete etapas de actividad y luego llega automáticamente un momento de descanso.

En su densa y limitada percepción, el ser humano ve el universo fragmentado en siete escalas o bandas de frecuencias vibracionales. Tanto es así que en algunas culturas, se usa el número siete como el principal sistema de fragmentación del universo que en razón de su fenómeno de continuación se mide en octavas.

Se reconoce que siete son los pasos que recorre toda manifestación desde el momento en que se expresa el deseo, hasta que se hace visible la demostración. Al seguir este modelo, por ejemplo se empaqueta el ciclo del tiempo en siete días, por supuesto como producto de la asociación de las unidades de tiempo determinada por la observación los ciclos naturales básicos de la luna.

Siete son los colores del prisma y siete las notas musicales primarias cuya sucesión de siete sonidos que conforman la escala y que se suceden desde el registro grave hasta el agudo, pues siguen las mismas siete notas de la escala que como ya fue indicado, en términos musicales se denomina una octava.

Ya desde la remota Grecia la lira, el instrumento sagrado de Apolo, consta de siete cuerdas de tripa de distintas longitudes, acodadas sobre un marco de resonancia, estructura que origina los siete tonos armónicos, los mismos que elevaban el espíritu del hombre y además, a cada uno de sus sonidos se le asigna uno de los siete planetas.

En su momento, el conocimiento previo de la música y la geometría era obligatorio en la escuela de Pitágoras quien consideraba que la música consiste en un efecto que pone en movimiento la sustancia-luz universal sonora por medio de los poderes creativos divinos, sea en forma de pensamiento, sentimiento, acción o por medio de la simple palabra hablada.

La música se considera desde entonces la voz de la perfección, porque cada pensamiento y sentimiento crea un sonido particular, emite un color exquisito, lo que produce la especial forma particular que lo reviste. La música es un flujo armonioso de energía que transforma la calidad del aspecto externo y lo hace de forma tan fácil, como fuego modifica las frecuencias inferiores de vibración, propias de la sustancia en su dimensión respectiva y además lo hace, sin necesidad de argumentos o lucha.

Resulta evidente que la más notable manifestación del relacionamiento humano, se inició a partir de sonidos hasta convertirse en lo que hoy está representado en la más vasta estructura de la actualidad fonética, soportado en los demás sistemas de apoyo sonoro que corrientemente son utilizados. Tanto es así, que cuando se lee, la mente escucha el eco del sonido representado en los símbolos respectivos.

Estos cantos naturales se difuminan, tal como lo hace el perfume de las flores, mientras en un término más amplio, su radiación sonora contribuye con la conformación universal de la música de las esferas, ya que cada uno está en capacidad de concentrarse y enfocar el don de su canto, a través de sus propias cuerdas vocales o de cualquier otro místico regalo usado como instrumento del sonido, incluido el pensamiento.

Al recordar que todo en el universo vibra o se mueve, se explica cómo cada elemento en forma de sonido, sea el pensamiento, la emoción y las palabras tienen vibraciones muy propias y enlazadas con la frecuencia en el que su sonido se genera.

Curiosamente las leyes cósmicas también son siete: vibración, cohesión, desintegración, control magnético, fijación, armonía e impulso. Así se tiene que cada Ser, emite su propia vibración, la cual al traducirse en sonido constituye su llave tonal; por la ley de la correspondencia, asimismo genera un color que prima sobre los demás, el cual también es asimilable con alguno de los siete chacras; e inclusive, produce una forma geométrica particular que corresponde a su propio patrón energético, que entonces aparece manifiesto en forma de: ‘pensamiento-forma-tono’.

Por tanto, las llaves tonales son las manifestaciones sonoras de la esencia y de la vibración, expresadas en forma armónica y ordenadas en composiciones sean estas de tipo sinfónico o melódico.

Por ejemplo, a cada Maestro Ascendido se le asocia una llave tonal particular, la cual está entretejida en una bella expresión de sonido; y a medida que se irradia la mezcla de sus tonos, su construcción se constituye una inspiración para todos los que tienen el privilegio de tener acceso a contemplar las facultades superiores desarrolladas por el oído interno universal.

En dicho sonido se encuentra la radiación del ser y de su energía, por lo que la audición, inundará el lugar de emisión con las virtudes que le son propias a cada Ser.

Los siete colores del arco iris también muestran al septenario como regulador de vibraciones, dentro de un espectro continuo de colores; comúnmente se suele aceptar que el espectro está conformado por los siete colores básicos de arco iris y de sus intercepciones que en su orden descendente son: rojo, naranja, amarillo, verde, celeste, azul y violeta, los cuales resultan de la descomposición de las correspondientes frecuencias de la luz visibles para el ojo humano.

En un intento por representar la equivalencia entre sonido y color se ha desarrollado el siguiente esquema que directamente permite visualizar su relación básica:

NOTAS MUSICALES Y COLORES



Es más, yendo un poco más allá y al salirse del esquema septenario para llegar al sistema duodenario, esto es, al superar la tradicional representación del modelo 3 +4 para reconocer el trazado 3 X 4, el observador se acerca a un compendio más avanzado que lo lleva a considerar otro modelo que para éste caso particular se muestra como ‘afinación temperada’, de modo que abre la mente a un modelo por demás complementario.


Para los entendidos, está claro que el dodecaedro, junto con el septenario son los modelos más usuales y recurrentes que sirven para elaborar y representar ciertas esferas de clasificaciones, particularmente, aquellas relacionadas con ciertos códigos tradicionalmente utilizados por las religiones y aplicadas a otra gran diversidad de elementos definitorios de los aspectos metafísicos más relevantes, como preferentemente son el sonido y el color.

Pues bien, la comunicación sonora es secuencial, ordenada y enfática; gracias a ella, es posible tomar consciencia del compás, el ritmo, los tiempos, el acento, la cadencia de los sonidos y en la música, su armonía y melodía, su rima, poesía prosa y todos los contenidos implícitos y subyacentes.

Así como la representación visual, responde a la abstracción gráfica de los fenómenos físicos relacionados con la representación de la realidad, ella requiere cierta capacidad avanzada de reconocimiento de la simbolización e interpretación por parte de los ejecutantes emisores-receptores.

Su combinación se expresa por símbolos que van desde figuras antropomorfas e íconos, hasta inclusive registrar las imágenes de los sonidos, hoy convertidos en diferentes tipos de escritura, gracias a las cuales el hombre se ha permitido dejar constancia simultánea de la experiencia fonética-auditiva y alternativamente, continuar expresándose por medio de una amplia simbología de manera automática.

Como complemento, la representación kinestésica o mímica, resulta útil, cuando de forma activa, se comunica o procesa la información intercambiada y ella está directamente asociada con la manifestación de sensaciones provenientes de la mente y manifestadas mediante el uso de los movimientos del cuerpo de forma concomitante.

El hemisferio cerebral derecho es ente el integrador, por ser el centro de las facultades de percepción global viso-espaciales de comunicación no verbal que está especializado en sensaciones, sentimientos, prosodia y habilidades de comunicación del tipo: visual-artístico y musical-sonoro que son propias de ciertas formas específicas del lenguaje.

Muchos mensajes de culturas antiguas se han transmitido a través de historias, iconos, construcciones, edificios, e incluso alfabetos diseminados por infinidad de lugares del mundo que van desde América Central a Egipto y de China a la Patagonia. Y ahora, ante la actual encrucijada de la evolución humana, se intentan decodificar, al viajar el conocimiento humano para traspasar el espacio y el espíritu esto es, cabalgar sobre las notas musicales y los sonidos hasta respirar la esencia de vida que deja la estela de la lluvia recién caída.

En esta época, cuando el cambio de valores y el olvido han cubierto el conocimiento antiguo, las facultades del hombre se perciben tal como las cuerdas flojas del violín. Así que sólo el observador que sabe apretar y ajustar los tonos de su violín en armonía con las vibraciones luminosas y acústicas, está en capacidad de extraer la divina melodía de ellas. La combinación de estos poderes y la de armonizar entre los planos del Macrocosmos y del Microcosmos, darán como resultado la geométrica equivale a la más sublime invocación sagrada.

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Fuente: Mi libro: “UN SENDERO A LONTANANZA”.
Registro de Propiedad Intelectual DNDA: 10-427-242
Autor: Daniel García Vanegas.
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martes, 24 de marzo de 2015

EL SONIDO (II)


EL SONIDO (II)

"Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra; todo se transforma, y aquello que está vibrando produce un sonido, un color y una forma geométrica determinada. El Kybalión.

La misma entidad, con el fin de manifestar el sonido, es decir, acudir al poder creativo original, no sólo debe crear energía, sino asimismo lo debe hacer de forma armónica, para acceder a las formas de vida de una experiencia consciente.

Las influencias de la Matriz de Doble Onda, crean aceleraciones de rotación y de compresión en el medio universal.

Las cosas existen porque vibran, y que estas vibraciones resultan más rápidas, a mayor desarrollo energético, y se presentan en escalas de octavas ascendentes, cada vez más altas.

La forma cómo funcionan los procesos de creación es por medio de octavas, lo cual se puede ver un pequeño libro llamado “El Secreto de las Octavas”, de Morfeo de Gea, de donde parafraseando lo allí dicho se indica:

“Todo lo que sucede en esta realidad, todo evento, situación, proyecto, “cosa”, etc., tiene un proceso energético. Todo, para poder manifestarse, completarse, empezarse y terminarse atraviesa unos pasos o etapas, que, al igual se pueden identificar de forma física cuando el observador se sumerge en ello (paso 1, paso 2, paso 3, etc.), también es posible identificar la parte energética de las mismas, aunque a priori no sea tan fácil. Pero no puede haber nada creado, manifestado, ejecutado o llevado a cabo en la realidad que no siga un proceso energético de pasos sucesivos, que se cumplen desde cuándo empieza hasta que termina.

Éste proceso es lo que se conoce como una ‘Octava’. Se le llama octava, porque los pasos o saltos energéticos que sigue todo lo que existe para pasar de un estado a otro son principalmente siete. Para entender estos pasos, sean más cortos o más largos en duración, se explican cómo las notas musicales, y así están planteados por ejemplo, en las enseñanzas de Gurdjieff.

Todo lo que empieza, se inicia en el estado energético o nivel al que se puede asignar la nota DO, luego pasa a un estado que sería correspondiente a la nota RE, luego al MI, al FA y sucesivamente hasta que termina con el DO de la siguiente octava. Como es sabido, las notas musicales representan cada una un tipo de energía diferente, una frecuencia, un estado vibracional, de ahí que resulten tan útiles para poder estudiar las octavas de las que se compone todo lo que sucede en la vida”.

Así que, usando la analogía musical, se logra hablar de las diferentes frecuencias y bandas vibracionales en las que se divide todos los eventos, y para ello, todo se inicia con la primera octava, proceso que surge de la Fuente primaria, y crea los siete primeros niveles frecuenciales y evolutivos inherentes. Al igual que cada banda se puede asociar con una nota, también es posible asociar un color del espectro lumínico, por eso se habla de bandas de colores, para denotar de manera simple el “plano” o la dimensión en el que el evento se encuentra.

Así, la primera expansión de la Creación desde la Fuente que es omnidireccional y llega al final de la última banda creada, contenidas unas dentro de otras y no una a continuación de otra, su efecto no se detiene evidentemente, sino que se crean nuevos planos subsiguientes, dando lugar a una nueva octava, con la misma estructura de niveles, notas y colores, de modo que así lo mismo, se repite una y otra vez más.

Cuando la energía de la Creación se expande más allá del final de la segunda octava, se vuelven a generar otros planos o niveles inferiores más, que dan lugar a la tercera octava, y luego a otra ad infinitum.

El universo físico, como se conoce, tuvo su génesis en una de las bandas de la segunda octava, proyectado desde alguna de las bandas superiores, naciendo desde una singularidad y expandiéndose, más o menos como propone la teoría del Big Bang, ocupando un lugar y estructura de niveles e igual rige el movimiento evolutivo de todo lo que contiene.

La galaxia dentro del universo tiene  la misma estructura de bandas de frecuencia, pues se encuentra en una sub-octava dentro de la octava o estructura de niveles del universo; los seres humanos, disponen de la misma estructura en el sistema energético, el planeta igual tiene la misma estructura tanto en su composición física, como en la no-física.

En conclusión todo está regido por el mismo patrón, por la misma ley funcional, a partir  del mismo mecanismo creativo de octavas evolutivas, ya que tiene que ver, simplemente, con la ley de unicidad que sigue todo lo que existe para precisamente poder existir.

Pues bien, la ‘simática’ se ocupa del estudio de los kuma o sonido visible producto de las ondas.
  
Una estructura de escalonamiento, muestra lo siguiente:

ü  El sonido más bajo perceptible al oído humano es la Nº 4 o Cuarta Octava, compuesta por 16 vibraciones por segundo.

ü  El Plano Astral vibra en las octavas que van desde la Nº 4 hasta la Nº 20, o sea, desde 16 vibraciones por segundo, hasta llegar a 1.048.576.

ü  El Plano Mental comienza en la Octava Nº 21, con las ondas eléctricas conocidas. Ya en la Octava Nº 28 las vibraciones corresponden al pensamiento y realmente hasta ahora son desconocidas por la Ciencia.

ü  El Plano Espiritual comienza a partir de la Octava Nº45.

ü  La Octava Nº47 tiene su campo de acción en el calor.

ü  Las Octavas Nº48 y 49 corresponden a las ondas luminosas. Mientras a la Octava Nº 50 pertenecen a los Rayos Infrarrojos, ultravioletas y otros rayos químicos.

ü  La Octava Nº 57 se denomina la “Octava de la Verdad” porque el número de sus vibraciones es de 144.115.188.075.855.872, la misma que la biblia en el Capítulo 7 del Apocalipsis de San Juan llama simplemente como 144”.

Los sentidos humanos son absolutamente torpes y limitados. El ser con el más fino oído, no oye el sonido de la vibración de las plantas, ni el de las células de su cuerpo.

Nadie se da cuenta por consiguiente que los planos invisibles, astrales, etéricos son una baraúnda de sonidos, de voces que resultan al mismo tiempo, un indescriptible concierto armónico de vida.

"Cada vibración en éste universo tiene un color y un sonido. Cada vibración también representa una idea particular, y por lo tanto, cada idea tiene un sonido de vibración y un color de vibración Muchas ondas vibratorias son demasiado largas o demasiado cortas para ser percibidos por los seres humanos... No podemos escuchar su sonido o ver su color, pero existen. Podemos hablar de ellos como elementos de la matriz causal en el ámbito de la vibración del color, y lo que se considera como raíces acústicas (mantras biija) de las ideas referidas "- P.R. Sarkar.

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Fuente: Mi libro: “UN SENDERO A LONTANANZA”.
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Autor: Daniel García Vanegas.
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martes, 17 de marzo de 2015

EL SONIDO (I)



“Mientras el color es la sensación resultante de la estimulación de la retina del ojo por ondas lumínicas, el sonido es una combinación de ondas tonales y cada una de ellas obedece a diferentes frecuencias y longitudes de onda. Anónimo.

Aparentemente la física de la luz y la del sonido son completamente diferentes, ello visto desde una muy singular concepción conceptual. La armonía de las ondas sonoras, ya sea en forma de sonidos emitidos por los animales, el lenguaje humano, la onomatopeya o por medio de la música, conducen a la concepción y afianzamiento de ciertas ideas.

En el antiguo Egipto se tenía un especial respeto hacia el Sonido, considerado como una manifestación sagrada por excelencia proveniente del Ser Único e Invisible que lo creó todo. De allí viene el clásico entendimiento promulgado en las leyendas que indica que los Sonidos despiertan al universo, ya que despiertan no sólo el alma, sino también lo más hermoso de ella y establece una indisoluble relación con el Ser Único Invisible.

Pasó el tiempo y ya en 1920, varios científicos, entre ellos Louis de Broglie, plantearon la dualidad onda-corpúsculo, considerando que el fotón sería la partícula portadora de todas las formas posibles de radiación electromagnética. Entonces, según la energía esotérica y la astrofísica, cada rayo incorpora una tecnología:

Ø  El primer rayo, incorpora la tecnología relacionada con el poder y la interacción cósmica.

Ø  El segundo rayo, incorpora la tecnología propia de las creencias.

Ø  El tercer rayo, incorpora tecnologías básicas de ingeniería y en particular, las tecnologías referidas a la información y la comunicación, dando paso a dos aspectos corrientes de uso de la energía: el conocimiento y la sabiduría.

Ø  El cuarto rayo, incorpora arquetipos de la tecnología de la inspiración, la construcción, la significación y la creatividad, para expresar y exteriorizar correctamente la realidad individual interna.

Ø  El quinto rayo, apropia el principio de la investigación y la experiencia del observador.

Ø  El sexto rayo, personifica el principio del reconocimiento, el idealismo, la geopolítica y la evolución de las ideas.

Ø  El séptimo rayo, acoge el principio de unificación, organización y efectividad economizante, como la concepción sistémica de vida, mente y consciencia, de modo tal que trasciende las fronteras disciplinarias, ofreciendo la posibilidad de unificar campos que se presentaban antes separados.

Ahora bien, con respecto a la limitación humana de percepción de la luz y del color, ocurre algo similar que con la captación del sonido, el cual, sólo se escucha a un determinado rango de frecuencia, entre los 16 Hz y 20.000 Hz, aproximadamente.

FRECUENCIA DEL SONIDO DE LAS VOCALES


Fuente: Trigunamedia                        -                         

El sonido, también cuenta con una estructura de origen geométrico. Por ello puede decirse que bajo una representación gráfica, el color es a la luz, lo que el sonido es a la resonancia.

El cuerpo, al igual que cualquier átomo vibra y su frecuencia promedio es variable, y además su variación es susceptible a la influencia del entorno. Un ejemplo de esto es que las ondas sonoras afectan a la materia y según la frecuencia que las toque, entonces se pueden crear formas geométricas diversas.

Usando lo anterior como premisa, ciertos experimentos científicos han puesto a congelar agua sometiéndola a ciertas frecuencias sonoras, creando así, cristales con figuras geométricas perfectas.

De igual modo, si en su lugar se aplica interferencia y ruido, el resultado a obtener son cristales influidos por el efecto entrópico del caos. Esto permite concluir que las frecuencias pueden afectar tanto de forma positiva, como negativa, a un mismo elemento receptor. Sin embargo, en el fondo existe una diferencia fundamental, pues mientras el color está relacionado con la energía, el sonido está referido a la armonía.

La razón básica es que en la naturaleza, así como en una amplia gama de interpretaciones culturales, los colores tienen un significado intrínseco, mientras que los tonos aún no cuentan con este complejo tipo de interpretación, debidamente desarrollada.

Por ejemplo, la escuela pitagórica creó una ‘teoría matemática de la música’, a partir de la relación existente entre la longitud de las cuerdas y las notas emitidas por los sonidos correspondientes, las cuales fueron aprovechadas para desarrollar un estudio cuantitativo de lo musical.

Al igual, experimentando, se hacen apreciaciones alrededor que las distancias de los planetas y la manera como corresponden aproximadamente a los intervalos musicales, por ello se ha llegado a pensar que cada astro comporta una nota, y que todas juntas componen la llamada ' armonía de las esferas o música planetaria’, la cual no se escucha por permanecer constante o sin variaciones.

Por tanto, se considera que este tipo de apreciación no puede lograrse fácilmente a través de la percepción de una sola onda o tono, pues para ello, básicamente se requiere de la presencia de una serie o combinación, para lograr determinar alguna clase de diferenciación.

Pues bien, la posesión y uso correcto de los medios combinados de aplicación del lenguaje tiene  el gran poder conceptual que permite tratar de manera consciente la percepción, y por lo tanto, su aplicación, se acerca a una realidad de control consciente del mensaje cercano a lo verdadero. Esto de alguna forma distingue la mente humana de la mente animal y de manera fundamental, define la capacidad del intelecto individual por sí mismo, disponible y en posesión de cada observador.

Mientras que los sonidos producidos por los animales, la música o los efectos del habla pueden tener una estructura más profunda de causalidad, en realidad se considera que es el sonido de las vocales, lo que probablemente representa la forma más primaria que permite lograr articular el uso del sonido.

El lenguaje es una habilidad esencial de la razón, sea manifestado en forma oral y escrita. En especial se trata de un fenómeno conceptual que conecta la subjetividad, con la objetividad, pues ellas dos, forman un conjunto discreto temáticamente hablando, establecido como algo asimismo relacionado con el conjunto de los colores primarios.

La ciencia hermosa y elaborada de la fonética, en sus campos de articulación, acústica y captación auditiva, analiza objetivamente, la forma cómo los sonidos del habla humana se crean, se componen y son procesados; más en ningún caso contempla, la calidad universal de su existencia o el implícito potencial creativo del sonido en sí.

Estos aspectos complementarios del uso del lenguaje son capturados en conjunto, dentro del análisis del origen geométrico de la percepción selectiva del sonido, aun de aquellos traducidos a grafos, pues la escritura y la semiótica son de alguna manera, la representación gráfica de los sonidos.

Ahora bien, como cada uno de los sonidos universalmente reconocidos como vocales tiene un patrón distinto de espectro, esto en su conjunto apunta a crear un concepto universal de armonía.

Una vocal es pues un sonido asociado con un patrón universal para concebir una idea, y por lo tanto está asociado con la creación original. El concepto del sonido como principio creador universal, se explica con la ayuda de la las funciones de la Matriz Física de Onda.

La composición física de las vocales se ha estudiado prácticamente desde el momento en que fue posible registrar el sonido, hecho que sucedió a finales del siglo XIX, cuyo alcance conocido se resume a continuación de forma breve.

En un flujo de sonido armónicamente rico, las vocales se expresan por medio de dos picos de resonancia principal.

En el habla humana, la fuente de sonido proviene de las cuerdas vocales, mientras la resonancia se forma y produce en el tracto vocal de la boca, en fosas nasales y en función de la posición asumida por la lengua y los labios.

Las vocales se clasifican en la tabla de vocales IPA (Asociación Fonética Internacional) que en idioma inglés, coinciden aproximadamente con la posición de sonidos formantes reales.

Se distinguen alrededor de diez sonidos vocales en el uso común de los idiomas occidentales o dialectos, distintos de otros sonidos o pronunciaciones ligeramente diferentes, incluido el inglés, idioma que se toma como base original de este análisis.

El medio universal, bajo la influencia de la entidad de matriz cognitiva y sinérgica de onda, sufre ciertas transformaciones que conducen a la creación de olas normales y fuerzas físicas que podría denominarse como la ‘ciencia de la fonética causal’.

La lectura aun mental, siempre se convierte en un eco del sonido. Anónimo.
 Continúa…
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Fuente: Mi libro: “UN SENDERO A LONTANANZA”.
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martes, 10 de marzo de 2015

EL PROCESO VIDA (II)


EL PROCESO VIDA (II)

“Cuando me despojo de lo que soy, me vuelvo en lo que podría ser”. Lao-Tsé.

Ahora bien, estrechamente ligado al concepto de la vida se encuentra la inseparable noción de la muerte. Éste fenómeno de cesación de la actividad vital, hasta ahora no ha podido ser correctamente definido por nadie en toda su extensión, ni en términos filosóficos, ni en términos biológicos y mucho menos en el plano físico matemático.

El vocablo muerte procede del latín ‘mors, mortis’, que significa morir, cesación de la vida. Hecho biológico inevitable que da final a toda actividad vital, incluida la más primordial función del cerebro.

Sin lugar a dudas, hablar de la muerte permite ir allende de la vida cotidiana y de las acciones que se realizan dentro de ella, ya que se trata de un tema controversial para simplemente entender que cada uno tiene un inicio y un final. Actualmente el estudio de éste tema tiene mayor impacto según sea el ámbito donde se plantee, pues en realidad no resulta nada fácil llegar a un concepto homogéneo sobre algo tan controvertido dentro de un mundo que maneja tan variadas costumbres, creencias, y formas de pensar, cada una basada en experiencias personales o particulares y trasmitidas por la tradición.

Empero, se puede describir la muerte como el final de la existencia vital, donde ya no es posible compartir e interactuar con ciertas manifestaciones que representa la vida en sí, ya que es una etapa terminal, donde científicamente el cuerpo físico no genera ninguna respuesta fisiológica, emocional, ni sentimental, ni lo hará nunca más, dejando atrás la interpretación de las creencias asumidas por el dolor y la desesperanza del apego.

A pesar que la muerte es un fenómeno cotidiano, socialmente resulta paradójico encontrar tantos tabús y miedos aferrados que conciben este tipo de posición como estados negativos, que a su vez generan temor, estancamiento y confusión; así, no es posible aplicar una óptica amplia, ni disponer de bases claras con respecto al concepto significativo de la muerte, para afrontarla mejor o para aceptar la partida del ser humano de la vida física, como un evento ineludible y natural.

Bien decía Sócrates hace veinticinco siglos: “El temor a la muerte, señores, no es otra cosa que considerarse sabio sin serlo, ya que es creer saber sobre aquello que no se sabe. Quizá la muerte sea la mayor bendición del ser humano, nadie lo sabe, y sin embargo todo el mundo la teme como si supiera con absoluta certeza que es el peor de los males".

Independientemente de que se acepte o no, la muerte llegará, por tanto se debe tener claro que en verdad es la mayor certeza posible poseída por el hombre y que por obvia, siempre pasará en el momento indicado.

En consecuencia, la única realidad absoluta implícita a la vida, es la muerte, aunque a través de los siglos haya despertado repugnancia en unos y fascinación en otros. Ha sido bendita por unos, repudiada por otros, rechazada por la mayoría, más resulta omnipresente en todos.

Infortunadamente, la mejor definición sigue siendo que muerte es lo contrario a la vida, cuyo hecho concreto es simple: resulta difícil enfrentar la transformación del movimiento en quietud permanente y presenciar el cambio de la actividad vital de un ser humano ante la desagradable presencia de un cadáver que se enfría y del que no se pueden obtener respuestas, sensaciones o impulsos fisiológicos. En resumen, es un estado en el que se pierde la comunicación por completo.

Por demás resulta contradictorio hablar de este tema, ya que obliga a experimentar sentimientos y emociones opuestas que van indefectiblemente de la mano, pues la una, conlleva a la otra; Sin embargo, desde una perspectiva y visión más amplia no es recomendable negarse a asumir el entendimiento de esa etapa llamada muerte, pues en algún momento cada uno la tiene que experimentar sea con los seres queridos o de manera personal, en ese ineludible transitar por el camino.

En general la muerte es un proceso que se asume desde la perspectiva dada por la religión, como un paso al más allá, concebido como la vida eterna, acompañado por el desprendimiento del alma del cuerpo, ya que supuestamente la primera trasciende, mientras el cuerpo físico, luego de un breve lapso, pasa a un proceso de descomposición.

De ahí deriva la creencia de que existe vida después de la muerte, lo que ha conducido a hablar del mal y el bien en éste mundo pasajero y a su vez, induce a escoger el camino que se cree será el mejor e induce a practicar comportamientos acordes con ciertas expectativas creadas por la mente.

Resulta importante mencionar que en la actualidad, la muerte sigue siendo objeto de estudio y reflexión desde diferentes perspectivas filosóficas, religiosas y científicas, puesto que las personas mueren por razón de distintas enfermedades, circunstancias y ambientes, mientras los niveles culturales conllevan distintos grados de conciencia sobre lo que de hecho sería una ‘buena muerte’.

Las creencias, actitudes y comportamientos asumidas por el hombre sobre esta situación, no son innatas tal como en los animales, pues por lo contrario, su interpretación es producto de lecciones aprendidas desde pequeños; allí radica la importancia y la responsabilidad  que el adulto tiene hacia la población infantil y adolescente, de enseñar la relación de la muerte como un tema saludable ante el afrontamiento y la aceptación de éste fenómeno, como un evento natural.

En un sentido netamente esotérico, la muerte se entendería como “la separación del alma del cuerpo”, es decir, la conclusión de la vida física, más no el término de la existencia.

Es así como obedeciendo su natural ánimo de contextualización, desde siempre el observador ha intentado responder cuál es la razón o motivo de su existencia como resultado de la esencia metafísica  del pensamiento. En su proceso ha escudriñado la creación desde una óptica de derivada de la existencia de un Ser Superior, quien en concepto de muchos, otorga la cualidad de vivir a los seres humanos y a otras criaturas, tanto así, que diferentes culturas coinciden con un relativo alto grado de cercanía conceptual y de profundidad epistemológica, sobre una serie de encuentros míticos cercanos entre ellos, llegando a proponer una explicación del origen de la vida y del hombre, como producto de un ente contenedor del  preciado don de la creación.

En sánscrito, el nombre conjunto de estas fuerzas del exterior e interior es pra'n'a, o simple "energía" y asegura que cada elemento sólido, posee su propio pra'n'a. Además a la colección de los pra'n'a, se le llama pra'n'a'h, que significa "energía vital"

Entonces, Pra'n'a es el juego eterno entre la causa cósmica y su forma más elemental de efecto. En el pra'n'a existe una constante oposición interna, en la que cualquiera de las fuerzas vivas puede ganar. Depende de si la fuerza interna es la que prima o de si la fuerza resultante crea un núcleo de carácter sólido, de manera que la estructura sólida se crea y la preservación de su estado de solidaridad física, depende entonces de la presión externa.

Para corroborar su existencia, todos los factores deben mantenerse en proporción adecuada y mantener la debida cohesión mutua, pues de ellos depende la resultante interna, es decir, la energía vital.

La médula de control de todos los núcleos físicos fundamentales es en consecuencia el punto de control de la energía pra'n'a colectiva. Mientras la manifestación de la energía vital (pra'n'a'h), básicamente depende de dos condiciones esenciales: en primer lugar, la resultante de pra'n'a'h debe ser una fuerza interna, y en segundo lugar, debe  regir un ambiente de convivencia amable.

Empero por ejemplo, en los mamíferos, la vida se crea en el útero, donde se forma la primera estructura física básica que tiene energía potencial, de donde emana una longitud de onda específica. Ella a su vez, recibe la potencialidad del momentum de los espermatozoides.

Por su parte, los espermatozoides obtienen su movimiento a partir de la potencialidad vital regente en el cuerpo masculino, y es por esto que se dice que el ser viviente reside primero en el líquido seminal del varón, luego en el vientre de la madre, y al final, regresa al seno de la Madre Tierra, quien siempre lo acoge.

Según sus creencias, todo éste universo compone el macrocosmos y el microcosmos simultáneamente, pues esta dimensión no es sino un mundo de materia inerte, ya que en realidad al final, simplemente se trata de la acción de una presencia viva o de una manifestación del espíritu supremo, en cualquiera de todas las formas posibles.

La materia física es el espíritu percibido y manifiesto a través de los sentidos; éste tipo de materia superior se encuentra en perpetuo movimiento, emancipada y absoluta. Tal fenómeno se define como: ‘la vida única que vibra en cada partícula componente del átomo básico presente en el la totalidad del universo’.

El tiempo, el espacio, la energía, la materia y la vida en su esencia, afectan los cuerpos teóricamente que aunque son inseparables, bien se pueden considerar separadamente para ciertos propósitos analíticos, más en realidad para efectos prácticos, no se pueden siquiera concebir como independientes.

Establecidos los conceptos anteriores, ahora se pueden desarrollar algunas teorías, no excluyentes, sobre la percepción del tiempo y de la existencia del espacio, especulaciones que en este caso particular están asociadas con la metafísica. (se pueden repasar los extractos al respecto)

Nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar y no de vida y de costumbres. Francisco de Quevedo.

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lunes, 2 de marzo de 2015

EL PROCESO VIDA (I)


EL PROCESO VIDA (I)

“La vida es un cambio continuo que sucede en cada momento…”. Osho.

El largo camino recorrido por el conocimiento, muestra que tanto la reducción, como la ampliación de las escalas del entendimiento, acrecienta la mayor comprensión humana de la eternidad del tiempo y de la Infinidad del espacio, para confirmar así la temprana intuición de Aristóteles, sobre la existencia del átomo y la vida, evocando a la razón, a pensar en el proceso de la vida, en el que concurren una infinidad de formas de existencia que están presentes tanto en la tierra, como en todo el universo.

Desde otro punto de vista, según las culturas orientales la materia y el espíritu conforman una sola entidad que es el universo entero, y conforman la esencia del Ser Supremo.

Tal es el caso de las teorías del origen de la vida que se desarrolla a continuación.

De una traducción libre de la conferencia “Life, Death and Sam'ska'ra - Idea and Ideology -Shrii Shrii A'nandamu'rti, " en 1993, sobre este tema, se resume que la vida es un mecanismo que no hace ninguna distinción entre los elementos orgánicos e inorgánicos, pues los utiliza a todos por igual e indistintamente.

En dicha explicación se asume que desde los más simples micro-organismos hasta los seres humanos más desarrollados, dan uso a todos los materiales y de las fuerzas presentes en la naturaleza inorgánica y que son los mismos que intervienen en la formación de las rocas o de los compuestos químicos más sofisticados.

Las leyes físicas y químicas que operan en el mundo inorgánico, se consideran suficientes para explicar la presencia de todas las formas de vida existentes. En última instancia, de acuerdo con éste mecanismo, los seres vivos pueden ser adecuadamente descritos en términos de materia y movimiento, ya que en esencia corresponden a los mismos grupos de átomos primitivos que igual permanecen girando en el espacio.

El mecanicismo describe el origen de la vida de la siguiente manera: los átomos de la creación, léase: hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, etc., están en movimiento gracias a sus propias fuerzas, ellos se aglutinan unos contra otros y se adhieren en grupos, hasta que se disponen por fin, en forma de protoplasma celular, con el que comienza la vida.

A continuación, el movimiento de los átomos dentro de la célula, atrae a ella más átomos externos hasta que por fin se divide en dos células, y en este proceso, finalmente se dividen en varios miles. Luego, siguen las interacciones de las diferentes células, provocando claras diferenciaciones entre los tejidos y órganos que cumplen funciones diferentes. Por último, los movimientos de los átomos y las interacciones de los órganos de forma espontánea, se ajustan de tal forma que se alcanza un estado de movimiento, auto-sostenible, cuyo equilibrio constituye un organismo vivo, como un todo.

Por lo tanto, esta explicación encuentra que la vida no es otra cosa que la resultante mecánica de la interacción de las moléculas constituyentes del cuerpo.

Vida, en general, corresponde a un cúmulo de características propias de los seres altamente organizados, condición que les confiere una fuerza sustancial compuesta por una actividad interna de crecimiento y desarrollo y otra fuerza externa que permanece aunada con la posibilidad de una permanente interrelación con el entorno.

Esto se traduce en que el ser vivo posea una cierta independencia relativa, una capacidad de adaptación, una posibilidad de desarrollo y un buen grado de garantía de reproducción, todo en concordancia con un principio activo de autonomía que deriva en la tendencia de auto preservación de la especie, vida que está enmarcada en las variables que caben dentro de una serie de coordenadas de materia, energía, espacio y tiempo.

Un organismo vivo, constituye un sistema integrado, en donde el todo controla las partes y estas a su vez contribuyen a la unidad del todo. El todo sin las partes, es incompleto y las partes aisladas son sólo piezas diferentes inherentes al todo.

Para su análisis, el concepto básico reza que la ciencia debe mantener un acercamiento a la vida, ya que éste resulta fundamental para entender inclusive, hasta el comportamiento social. Éste tipo de concepto influye tanto sobre la conducta profesional médica, como en la concepción filosófica o el ámbito ético-axiológico, así como interviene en la construcción jurídica-social y hasta obra en la conformación de funcionamiento del mismo entorno económico.

Por su trascendencia, el tema ha sido abordado formalmente por las diversas corrientes filosóficas, en especial occidentales, las que por su concepción diferencian lo “vivo" de lo “no vivo”, todo ello por cuenta del supuesto contenido que imprime la presencia de un alma con capacidad de moverse espontáneamente, y por ende, así determinar que la ausencia de la primera característica o falta de vida, aspecto que obliga a dejar de poseer aquello que impulsa la existencia o fuerza interior latente.

Para Aristóteles, vida es ‘el ser mismo’. Vida, es un principio por medio del cual, un ser se nutre, crece y perece, siempre vigente a sí mismo. Entonces, se entiende la vida como la propiedad material y como la no material inherente al ser. Para éste caso, se refiere a la condición del hombre de ser contenedor de la cualidad energética inmersa dentro de una propiedad física, que funciona, gracias a la presencia de la no materia que obra en él y por tanto, lo posee.

Por una parte Voltaire, define la vida como un complejo de procesos mecánicos y psíquicos. Engels, se refiere a ella como una modalidad de existencia de los cuerpos albuminoideos o protoplásmicos, producto de un constante intercambio de sustancias con el entorno alrededor y agrega que la vida siempre se origina a partir de un organismo similar.

En términos biológicos, la vida humana se define como la capacidad de nacer, crecer, reproducirse, respirar, nutrirse, evolucionar y morir. Y como requisito previo, considera que el Ser portante debe tener la capacidad de intercambiar y transformar la energía disponible para sobrevivir, pues está construido por un cuerpo celular, el cual es descrito biológicamente como un ciclo finito que va transitando desde el nacimiento, hasta agotar completamente sus recursos de energía y morir.

En términos generales, los Vitalistas, consideran la vida como el producto de una fuerza reguladora de la materia, mientras los Mecanicistas, la asimilan a un sistema complejo de procesos físico-químicos; a su vez los Dialécticos, hablan sobre unas leyes biológicas muy específicas que rigen la vida. Desde el plano social, la importancia de la vida humana radica en el valor de los mecanismos de renovación o protección que sirven como garantía para una adecuada prolongación vital.

Al entender la vida como el equilibrio de los átomos que chocan, se admite que los seres vivos se originan a partir de elementos que carecen de vida, esta visión respalda la teoría de la abiogénesis ampliamente divulgada y sostenida en esencia por el mecanicismo. Sin embargo, resulta muy difícil explicar la vida, solamente por medio de la materia y su movimiento. Así que como complemento, se recurre a justificar la presencia del instinto animal que de hecho lucha por su propia conservación, al realizar acciones internas, reflejas o no, que tienen como objetivo la auto- preservación.

Pero hay otra cosa que es considerada real en un cuerpo vivo y es que él da cuenta de su comportamiento característico, más allá de los elementos materiales y de los procesos físicos y químicos implícitos, llegando así a la de por sí opuesta teoría del vitalismo. El argumento vitalista, brevemente puede resumirse así: Cada objeto viviente es un todo organizado. Sus partes existen y funcionan para brindar bienestar a la totalidad del organismo. Dentro de él ejercita el completo control de sus partes. Y allí, es decir, en ese poder, radica el carácter instintivo de la vida. En ninguna otra parte del mundo inorgánico, esta misma característica puede ser encontrada.

Continúa la argumentación asegurando que el poder característico de la vida se puede detallar como sigue:
Ø  El organismo posee el poder para exponer a la sus propias moléculas a procesos de oxidación, para por este medio producir calor y energía.

Ø  Tiene la facultad de aplicar parte de su energía para cambiar su propia forma y posición, de modo tal, como para resistir las fuerzas externas y adaptarse a las circunstancias extremas para lograr la preservación de su ser. Por ejemplo, la búsqueda de alimento o el hecho de alejarse de objetos amenazantes.

Ø  El poder de aplicar parte de su energía a aprovechar para sí, los materiales del exterior y asimilarlos a su propia conveniencia, eliminando los residuos sobrantes.

Ø  El poder de coordinar el trabajo de los distintos órganos a fin que ellos cooperen para el bien de todo el sistema, y si es necesario, hasta compensar la pérdida de la función de cualquier órgano lesionado, por medio del fortalecimiento de otros órganos o sentidos.

Ø  El poder de eliminar las células con forma de virus o gérmenes, por ser organismos extraños, buscando de este modo, la preservación de la especie.

Todos estos poderes están orientados al simple propósito del bienestar general de todo el organismo, lo cual, no está contemplado en la explicación mecanicista de la vida. Es por ello que se postula la presencia en el organismo vivo, de eso que permite explicar dichas funciones peculiares, para así llegar a la denominada entelequia, o principio vital. La principal objeción que se argumenta contra la Teoría Vitalista es que en ella surge un elemento calificado de misterio, sobre el concepto del principio vital.

Una más amplia concepción de la vida, la define como la fuerza resultante de los roces internos y externos del objeto-cuerpo; donde el núcleo es el factor sólido, mientras el carácter corresponde a la energía vital, la misma que en sánscrito se llama pra'n'a'h y que corresponde a la colección de importantes grupos de trabajo asociados entre sí dentro de la misma estructura física.

Esta es la forma como la vida se expresa dentro de las estructuras que conforman la unidad física. Tales estructuras físicas están compuestas de cinco factores fundamentales: etéreo, aéreo, luminoso, líquido y sólido, y por lo tanto, para su propia existencia como estructuras de unidad, cada una debe tener el control del núcleo de su respectivo factor, dentro de la estructura del cuerpo compuesto.

En el origen del núcleo intervienen dos fuerzas opuestas de desarrollo: la centrípeta-adhesiva y la centrífuga-separatista. La primera, interna, trata de mantener la solidaridad estructural del objeto, mientras que la segunda, centrífuga marca una tendencia segregacionista, es decir, trata de dividir el objeto en miles de partículas.

Esta es la verdad profunda y simple: eres el amo de tu vida y de tu muerte. Lo que haces es lo que eres”. Lao Tsé.
  
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Fuente: Mi libro: “UN SENDERO A LONTANANZA”.
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Autor: Daniel García Vanegas.
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