lunes, 28 de diciembre de 2015

APOLOGÍA NAVIDEÑA


APOLOGÍA NAVIDEÑA

“El que domina a los otros es fuerte; el que se domina a sí mismo es poderoso”. Lao Tsé.

Cuando Julio César introdujo su calendario en el año 45 a.C., el 25 de diciembre era ubicado en el día preciso del solsticio de invierno, luego siglos después con el surgimiento del calendario gregoriano dicho evento pasó a suceder entre el 21 y 22 de diciembre, sin embargo la fecha original de la nominación de la festividad permaneció inalterada, lo que conlleva la idea del 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Jesús y de tantos otros avatares que le precedieron, todos reconocidos por cuenta del sinnúmero de antecedentes que son comúnmente aceptados por pertenecer a la sombría clasificación de los “paganos”.

La palabra Invictus o invicto, corresponde a antiguo un epíteto utilizado para resaltar la naturaleza de las diversas divinidades adoradas en sus diversos cultos. El calendario romano de principios del Imperio incluye a Júpiter, como Invictus Invictus y a Marte también se le adjudica el título. Fue en época de la República tardía y durante todo el período imperial que éste término se usó para ensalzar una gran variedad de deidades, tales como Hércules, Apolo y Silvano.

Por lo tanto, constituyó una forma bien establecida que repercute, cuando igual se le aplica a Mitra por parte de los devotos romanos a partir del siglo II. El vocablo tiene pues una clara asociación con deidades solares y con el monismo solar y como tal, se convirtió en el epíteto preferido de la adjetivación del Sol como deidad tradicional de Roma y propio del culto estatal romano, el mismo que fortaleció el emperador Vario Avito Basiano o Heliogábalo (203-222) cuya deidad ‘El Emesan Solar’, dirigió el panteón oficial de Roma bajo el mandato de dicho gobernante.

Previo a ello, una dedicación datada en el año 158 en Roma, hace referencia a una estilística grabada en un ‘phalera’ romano a Inventori lucis soli, referida al invicto Augusto quien es nombrado como el artífice de la luz o Sol Invictus Augustus. Estos primigeos ejemplos romanos son así atestiguados, aun cuando en el año 102 es Aniceto a quien se le abroga la restauración del templo del Sol.

Empero, existen variadas teorías sobre el origen del 25 de diciembre como día de la Navidad que surgen desde los diversos modos de indagar el pasado y según lo defiende William J. Thige, sólo es en el siglo III de la era cristiana cuando se celebra en debida forma, el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre, pues antes los romanos simplemente celebraban la fiesta natalis invicti Solis o nacimiento del Sol invencible[1], festividad que obedece a la antigua celebración del nacimiento anual del dios-Sol acaecida en cada solsticio de invierno, costumbre adaptada por los seguidores cristianos en el tercer siglo d.C. con propósito de facilitar el acercamiento y la sencilla conversión de ciertos pueblos paganos.

Así, para hacer más fácil que los romanos pudiesen convertirse al cristianismo sin abandonar sus costumbres y festividades, el papa Julio I pidió en el 350 que el nacimiento de Jesús fuera celebrado en dicha fecha, y entonces luego, el papa Liberio decreta ese día como el nacimiento de Jesús de Nazaret en 354.

La primera mención de la realización de un banquete de Navidad cristiana celebrada en tal fecha, se le asigna a Constantinopla y data del año 379, bajo el auspicio de Gregorio Nacianceno. Posteriormente la fiesta fue introducida en Antioquía hacia el año 380. En Jerusalén, Egeria personaje del siglo IV, atestiguó el banquete de la presentación, cuarenta días después del 6 de enero, esto es, el 15 de febrero que parece haber sido la fecha de la celebración del nacimiento, mientras tanto, el banquete de diciembre alcanzó a llegar a Egipto, ya en el siglo V.

Algunos sostienen que el 25 de diciembre fue adoptado solamente en el siglo IV como día de fiesta cristiano, después que el emperador romano Constantino I el Grande, se convirtiera al cristianismo y lo hizo para animar un festival religioso común y buscar convertir a los paganos, en cristianos.

Una lectura atenta de algunos expedientes históricos, indica que la primera mención de tal tipo de banquete en Constantinopla sólo sucedió hasta 379, bajo el patrocinio de Gregorio Nacianceno. En Roma, puede ser confirmado solamente cuando se menciona un documento aproximadamente del año 350, pero sin ninguna mención de la mencionada sanción por parte del emperador Constantino.

Pues bien, los detalles del origen del evento, remiten entonces al observador a los solsticios, cuyo nombre proviene del latín solstitium, término que aparece reiterativamente mencionado como Sol Sister y que significa ‘Sol quieto’, y su presencia corresponde a los momentos del año en los que el Sol alcanza su mayor o menor altura aparente en el cielo y cuya duración luminosa hace de ese día o noche, aparecer como las máximas de cada año, respectivamente.

El solsticio oficialmente inicia cambio de estación y en el Hemisferio Norte, el de invierno se produce al momento en que sucede el día más corto y/o la noche más larga.

Astronómicamente los solsticios son los momentos en los que el Sol alcanza la máxima declinación norte (+23º 27′) o sur (−23º 27′) con respecto a la posición de la línea del ecuador terrestre, llegando así a su extremo en su movimiento de balanceo.

Actualmente dentro del calendario vigente, esto ocurre alrededor del 21 de diciembre y se le denomina de solsticio de invierno, en el Hemisferio Norte o de verano en el hemisferio sur. Curiosamente, en el polo Norte nunca sale el Sol, pues éste siempre se mantiene 23° abajo del horizonte.

El solsticio de invierno y su inminente legado, o sea la Navidad, constituye una de las fiestas ancestrales más cargada de simbolismo de las que se tenga referencia alguna. La antigua ‘Realeza Sagrada’ del mundo conocido, vinculó cada vez y con mayor frecuencia, éste tipo de fiestas dentro de las costumbres de los pueblos.

Sucede que las jefaturas guerreras, tras su correspondiente iniciación, se tomaban la prerrogativa de practicar ciertos rituales mágicos y propiciatorios que eran llevados a cabo en fechas y ocasiones especiales, en general, todas ellas vinculadas con los ciclos cósmicos naturales, aprovechando así la ocurrencia de ciertos eventos para generar la ocurrencia de creencias en torno a las jefaturas guerreras, dando así la idea de una derivación sagrada directa y adjudicándose el poder de manejo, de donde a su vez provenían las soberanías políticas y mágico-religiosas que finalmente llegaron a pre-configurar la idea contemplada por la tradición que al final deja establecida una ‘Realeza Sagrada’ hereditaria que no se cuestiona.

Pues bien, según la Enciclopedia Católica, la Navidad no está incluida en la lista de festividades cristianas ni de Ireneo, ni presente en la lista de Tertuliano desarrollada acerca del mismo tema, las cuales, son las listas más antiguas que se conocen y provienen de Antioquía (Antakya) o sea, de la antigua Alejandría, hoy Turquía.

La evidencia más temprana de la fecha de la Navidad aparece datada cerca del año 220 de la era cristiana, cuando Clemente de Alejandría, indica que ciertos teólogos egipcios, por demás, ‘muy curiosos’, asignan no sólo el año sino también el día real del nacimiento de Cristo como el 25 de pashons copto, es decir, el 20 de mayo, registro efectuado en el vigésimo octavo año del reinado de Augusto.

Sin embargo, ya desde el año 221, en la obra Chronographiai, de Sexto Julio Africano, ya se popularizó el 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Jesús, así que para la época del Concilio de Nicea I en 325, la Iglesia Alejandrina, ya había fijado con certeza el llamado Díes nativitatis et epifaníae.

Resulta notorio que los primeros discípulos de Cristo llamados posteriormente cristianos en Hechos 11:26, no celebraban la Navidad, de modo que la ausencia de un dato conciso o las divergencias con respecto a la fecha de nacimiento, indujeron tardíamente a que se adoptara el 25 de diciembre como fecha oficial del natalicio y el 6 de enero como la Epifanía, tal como hoy se celebra, con particular devoción en los países hispanoamericanos

Más tarde en la misma Antioquía, probablemente hacia 386, Juan Crisóstomo, impulsó a la comunidad a unir la celebración del nacimiento de Cristo como el del 25 de diciembre, aun cuando se sabe que parte de la comunidad, ya guardaba ese día desde años antes.

Mientras tanto otro ingrediente entra en el análisis, se trata del hecho que en el Imperio romano, las celebraciones a Saturno durante la semana del solsticio, eran tal vez el acontecimiento social más destacado y llegaban a su apogeo cada 25 de diciembre.

El Sol Invictus o Sol Invencible, fue el dios oficial del Imperio Romano tardío, tanto es así que en 274, el emperador romano Aureliano, resalto su culto oficial, adosándolo junto con otros cultos romanos más tradicionales.

Ésta representación del dios se vio tan favorecida que a partir de allí logró aparecer en las monedas, cuya imagen llegó hasta el reinado de Constantino. La última inscripción que refiere a Sol Invictus, data en 387 d.C., de modo que para el siglo quinto, ya no había suficientes devotos, por tanto, Agustín consideró en su momento necesario, predicar en contra de esa figura ya sustituida.

Retomando el hilo, se dice que los romanos celebraban por medio del solsticio de invierno, un evento al que llamaban ‘bruma’ o fiesta del Natalis Solis Invicti, todo ello, dentro de las llamadas festividades Saturnales, realizadas en honor de Saturno que como indicado, se celebraban entre el 17 y el 25 de Diciembre desde la Antigua Roma, puesto que asociaban a Saturno, con el Dios griego Cronos gobernador del Universo desde la Edad de Oro, lo que igual correspondía al onomástico de Apolo.

Durante el mandato de Domiciano[2], (51-96 d.C.) las Saturnales adquirieron una enorme importancia, ya que como indicado, tenían lugar en el periodo de mayor oscuridad del año y se celebraba a la luz de velas y antorchas, con banquetes, bebidas y juegos de azar, instituyendo desde entonces el tradicional intercambio de regalos.

Las fiestas daban inicio con un sacrificio en el templo de Saturno, al pie de la colina del Capitolio, construido en honor de ese dios, celebración que proseguía con un banquete público, abierto para todos.

Durante las Saturnales, los esclavos disfrutaban de mayor libertad, y eran relegados de algunas de sus obligaciones. Sus amos, quienes durante esos días no contaban con servidumbre, se dedicaban a departir con los amigos, tal como el sabio Ambrosio Teodosio Macrobio en el siglo IV, describe las fiestas en su obra Saturnalia.

El festival duraba cerca de siete días e incluía al final, el momento del solsticio de invierno. Así, por cuenta de ésta celebración los romanos posponían todos los negocios y las guerras; y como indicado, había intercambio de regalos y liberaban temporalmente a sus esclavos. Tales tradiciones son un claro antecedente de las actuales costumbres de la Navidad. Hoy los patrones dan asueto, vacaciones, regalos y hasta pagan primas.

En general, se tiene la opinión que el 25 de diciembre como fecha de la Navidad, fue seleccionada para corresponder con el festival romano de Dies Natalis Solis Invicti o ‘Día del nacimiento del Sol Invicto’ pero las investigaciones revelan que la fiesta fue instituida mucho, pero mucho tiempo antes que el ícono del Sol Invictus llegara a Roma.

En todo caso, la idea mítica del nacimiento del Salvador o Avatar , está presente en la gran mayoría de las primeras religiones de la historia, incluida la narrativa expuesta en el nuevo testamento así por ejemplo, nacieron deidades como: Krishna (3200 a.C.); Horus (3.000 a.C.); Mitra (1400 a.C.); Zoroastro (800 a.C.); Heracles (800 a.C.); Buda (560 a.C.); Dionisio (500 a.C.); Tammuz (400 a.C.); Hermes, Adonis, Helios, Apolo (200 a.C.);Huitzilopochtli en Tenochtitlán y muchos más.

La historia incorpora una serie de elementos de narraciones hoy tildados de paganos, que sobre otra serie de deidades han quedado registrados en una extensa área planetaria, por ejemplo, muchos de los salvadores del mundo e ‘hijos de Dios’, comparten o aportan aspectos comunes al mito cristiano: Adad de Asiria., Alcides de Tebas, Attis de Frigia, Baal de Fenicia, Bali de Afganistán, Beddru de Japón, Crite de Caldea, Deva-Tat de Siam, Hesus de los druidas, Serapis de Egipto, Indra del Tíbet, Jao de Nepal, Mikado de los Sintoos, Odin de Escandinavia, Quetzalcoatl de México, Salivahana de las Bermudas, Tamuz de Siria, Thor de los galos, Wittoba de la Bilingonese, Xamolxis de Tracia, Zoar de los bonzos.

En su preclaro momento político, Constantino fielmente creyó que la nueva colección amalgamada de mitos uniría las diversas variantes de creencia y acercaría las opuestas facciones religiosas bajo una sola historia representativa, de modo que hoy, al mirar la compilación de una manera desapasionada, se encuentran tal cantidad de similitudes que inclusive para cualquier observador por más desapercibido que él sea, le resulta imposible justificar que tantos eventos, se correspondan a simples coincidencias.

Desapasionadamente se pueden ver muchas de ellas y en especial notar las estructuras comunes que marcan sus orígenes, junto con las innumerables similitudes, tal como se verá más adelante.

HORUS

La Leyenda original egipcia de Horus resulta muy similar a la de muchas historias de avatares, incluida la de Jesús, pero por supuesto muchísimo más antigua, pues fácilmente se remonta a unos 3.200 años a.C. Asimismo, las figuras icónicas de Horus y Osiris su padre, con frecuencia son intercambiables en los mitos, al decir: "Yo y el Padre somos uno".
Cuenta la leyenda que el dios legendario Osiris quien fue asesinado y resucitó como inmortal del vientre de Isis con el nombre de Horus, conocido desde la época predinástica. Un dios vinculado a la realeza que tutelaba a los monarcas tinitas, cuyo centro de culto era Hieracómpolis.

En el Imperio Antiguo, el faraón era la manifestación de Horus en la tierra, aunque al morir se convertirá en Osiris y pasaba a formar parte del dios creador Ra. Durante el nuevo imperio, Horus  fue asociado con el dios Ra, llamado Ra-Horajty y forma la parte troncal de la Gran Enéada y de la trinidad osiriaca conformada por: Osiris, Isis y Horus.
Pues bien, el epíteto personal de Horus era ‘Iusa’ el hijo siempre sentado al lado de ‘Ptah’ y en constante devenir con el Padre’. E igual, se le llamaba también ‘Krst’ que significa ‘el primer ungido’. Por ello parece aportando la totalidad del nombre de Jesucristo: Iusa-Krst.

ü  Horus nació de la virgen ‘Isis-Meri’ el 25 de Diciembre, en una cueva / pesebre y su nacimiento fue anunciado por una estrella de Oriente, el cual luego contó con la presencia de tres hombres sabios.
ü  Su padre terrenal se llamaba “Seb" que traducido corresponde a José.
ü  De niño fue un maestro anticipado en el templo y fue bautizado a la edad de 30 años.
ü  El hombre que bautizo a Horus, fue Anup el Bautista en el río Larutana, (río Jordán) quien igual fuera decapitado, más curioso resulta que Anup se traduce como Juan.
ü  Tenía doce discípulos y llevó a cabo muchos milagros, resucito a un hombre llamado ‘El-Azar-us’... ¿Lázaro?, igual, caminó sobre las aguas, se transfiguró, fue crucificado, enterrado en una tumba y resucitó.
ü  Hizo milagros, exorcizó a los demonios.
ü  Fue traicionado por Tifón, crucificado entre dos ladrones el 17 del mes de Athry. Sepultado en una tumba y al tercer día, el 19 de Athry, resucitó.
ü  Sus discípulos por su muerte y resurrección celebraban cada año en el equinoccio invernal o pascua.
ü  Él era "el pescador," y se le relacionaba con el cordero, el león y el Pescado ‘Ichthys’.
ü  También fue conocido bajo otros nombres como “El Camino, la Verdad, la Luz, el Mesías, el Ungido, Hijo de Dios, el Hijo del Hombre, el Buen Pastor, el Cordero de Dios, el verbo", Dios convertido Hombre, el Hijo del Señor, el Verbo hecho carne, la Verdad de la Palabra, etc.
ü  El Padre Nuestro cristiano resulta idéntico palabra por palabra a “La oración del Ciego” que ya usaban los egipcios desde 1500 años a.C.


KRISHNA

Considerado el Salvador en la india, nació 1.000 años a. C. Las semejanzas de todo tipo con el mesías de Nazaret son más que asombrosas. De hecho, hasta su nombre recuerda su gran cercanía. Más de cien hechos y similitudes se resaltan entre ambos avatares. Cientos de hechos que se incluyen los distintos evangelios canónicos y como producto de su detallado análisis, se enumeran en el paralelo de sus vidas.
 ü  Nació de una Virgen de nombreDevaki’ Divina.
ü  Su padre era un carpintero.
ü  Su nacimiento en una cueva fue asistido por ángeles, hombres y pastores.
ü  Las vacas adoraron su nacimiento.
ü  Su Natividad fue anunciada e iluminada por una estrella.
ü  Hombres sabios le entregaron como regalo Oro, Mirra e Incienso.
ü  Fue perseguido por un Rey Kansa, tirano que ordenó la masacre de miles de infantes.
ü  Era de ascendencia real.
ü  Fue bautizado en el río Ganges.
ü  Hizo un sinnúmero de milagros y otras maravillas, además viajó mucho.
ü  Resucito a los muertos, curo a leprosos, a ciegos y a sordos.
ü  Predicaba por medio de parábolas para enseñar acerca de la caridad y el amor.
ü  Vivió pobre y que amaba a los pobres.
ü  Se transfiguró delante de sus discípulos.
ü  En algunas tradiciones que murió en un árbol o fue crucificado entre dos ladrones.
ü  Krishna fallecido descendió a los infiernos, pero definitivamente al tercer día ascendió a los cielos.
ü  Él se levantó de entre los muertos y ascendió a los Cielos. 
ü  Llamado “El Buen Pastor, el señor de los señores, el redentor y fue considerado "el Primogénito, el portador de la palabra el libertador universal”.
ü  Representa la segunda persona de una ‘trinidad’.
ü  Proclamó la resurrección y el camino hacia el Padre.
ü  Fue considerado “El principio, el medio y el fin", el Alfa y Omega, además de ser omnisciente, omnipresente y omnipotente.
ü  Sus discípulos le otorgaron el título de "Jezeus", palabra que significa ‘esencia pura’.
ü  Krishna regresará para luchar contra el príncipe del mal que desolará la Tierra.
ü  Krishna es la segunda personificación de la Trinidad Hindú.
Cabe señalar que una anterior ortografía común Inglés de Krishna era ‘Christna’, que revela una clara relación con ‘Cristo’.


MITRA

La historia de Mitra, Dios del ‘Sol Invictus’ de Persia, precede al mito cristiano por lo menos 600 años y su imagen tiene una gran similitud con el personaje de Nazaret.

Según Wheless,[3] dicho culto era muy difundido entre las religiones paganas, ya que poco antes del advenimiento de la era cristiana, era considerada: "La religión más popular y ampliamente extendida de esos tiempos”.

ü  Mitra descendió del cielo como hombre para salvar a la Humanidad de sus pecados.
ü  Nació de una virgen el 25 de Diciembre.
ü  Fue considerado el maestro itinerante que viajaba como iluminador de hombres.
ü  Tenía doce compañeros o discípulos.
ü  Llevó a cabo multitud de milagros.
ü  Fue enterrado en una tumba y después de tres días resucitó evento celebrado anualmente.
ü  Su religión tenía una “Cena” o Eucaristía.
ü  Las Sagradas comidas, pan y agua, o pan y vino, son simbólicamente el cuerpo y la sangre del sagrado tauro.
ü  Luego de la celebración de la oblación del pan, aparecía una imagen de la resurrección de Mitra.
ü  Fue identificado tanto con el león y el cordero.
ü  Su día sagrado era el domingo, ‘día del Señor’, cientos de años antes.
ü  La Fiesta principal la Pascua.
ü  Se le llamaba: “El buen Pastor, el Camino, la Verdad y la Luz, el Redentor, el Salvador, el Mesías. El hijo de Dios, el Cordero de Dios".
ü  Los festivales Mitraicos eran dos, uno en el solsticio de invierno (nacimiento), y otro hacia el equinoccio de primavera que simboliza su muerte y resurrección, denominada la pascua.
ü  La jerarquía cristiana es casi idéntica a la versión mitraica a la cual reemplazó.
ü  Prácticamente la totalidad de los elementos del ritual católico, de la mitra, de oblea para agua al altar a doxología, están directamente tomados de los antes misterio paganos dichas religiones.
ü  La idea de la salvación cristiana se asemeja a la de Mitra quien era un avatar salvador y sufriente.
ü  Mitra también bautizaba a sus creyentes y prometía la expiación de los pecados por el efecto del baño. Sólo que en éste rito se unía el bautismo y la confirmación, por medio de la imposición de un signo en la frente, tal como sucede en la iglesia cristiana.

BUDA

Aunque se piensa de Buda como un individuo que vivió alrededor de 560 años a.C., en algún momento el retrato que le ha sido asignado puede aparecer como una recopilación de las características de otros avatares o de hombres-dios, quien contagiado de una leyenda santa, se presenta ya sea antes o luego al período de tránsito a él atribuido.

ü  Nació de la virgen Maya, considerada la ‘Reina del Cielo’.
ü  Pertenecía a la realeza, tal como Jesús pertenecía a la Estirpe real de David
ü  Aplastó la cabeza de una Serpiente
ü  Llevó a cabo los milagros y prodigios, sanó a los enfermos, alimentó 500 hombres de una canasta pequeña de pasteles.
ü  Caminó sobre las Aguas
ü  Abolió la Idolatría y predicó el establecimiento de un reino de justicia y rectitud.
ü  Enseño la castidad, la templanza, la moderación, la tolerancia, la compasión, el amor y la igualdad de todos los hombres.
ü  Fue crucificado en un acto de expiación, sufrió durante tres días en el infierno, y fue resucitado.
ü  Ascendió al nirvana o ‘cielo’.
ü  Se le llamó: el “Buen Pastor, el carpintero, el infinito y eterno, el salvador del mundo y la luz del mundo".

En conclusión, después de ver tantas y tan claras coincidencias, se evidencia que la decisión de Constantino, fue la iniciativa a partir de la cual se estableció la Cristiandad, de modo que las ramificaciones derivadas de tales medidas tomadas para ese tiempo son difíciles de calcular, más aún si se cuenta con el agravante de la determinación de destrucción de cualquier documento que para esa época amenazará estar en contra del establecimiento de esa nueva ‘verdad’.

Es dentro de ese entorno que para el año 325 los encargados del proyecto manipularon a Constantino, quien declaró la nueva religión, como obligatoria para el imperio. Empero, esta reciente versión de religión, fue asumida como si fuese la cristiana, aun cuando poco tenía que ver con la versión original y verdadera, de las enseñanzas seguidas hasta entonces por los fieles cristianos.

En su proceso de plagio del nuevo testamento, se tomaron ciertos contenidos de algunos evangelios, mientras se prohibieron otros, se rediseño la obra y se acomodó todo el entramado a favor de la figura de Jesús, de modo que con estas bases, se creó una iglesia más ajustada a la medida del poder político y religioso, lejos de lo que en el fondo representaba el tradicional mensaje intrínseco promulgado por el Nazareno.

Así, se reinventaron los argumentos de antiguos dioses egipcios solares, se divulgo el apocalipsis en cabeza de Juan, conllevando para entonces el significando implícito hacia el retorno de la amenaza eterna, la muerte y el castigo divino esperado, todo aplazado para suceder al final de los días.

Se manipularon pues los elementos más fundamentales de las fuerzas que motivan al hombre, sea a partir de la esperanza y el miedo, como los elementos fundamentales de las expectativas sembradas en el hombre, como son: el acceso a la vida eterna o la preciada inmortalidad, el posible regreso al Edén o a la tierra prometida y en contraste, se destacó la presencia del castigo y el escarmiento eterno por cuenta de la desobediencia a los misterios y credos.

Entonces, a partir de ese momento el nuevo cristianismo haciendo amplio uso de la más extensa y rancia mitología universal, adquiere un carácter público y se fortalece por medio del trabajo de propagación general de la nueva fe impulsada por cuenta de un aparato estatal regente que se vuelve su aliado y súbdito, de cuyo resultado y producto aparece ese inmenso poder que aún permanece incólume y latente hasta hoy, sin que siquiera sea digno de cuestionamiento alguno.

En conclusión y por disciplina se sugiere que alrededor del mundo entero, deben ser encontrados aquellos sitios donde supuéstamente nació cada uno de los llamados ‘dios Sol’, quienes caminando la tierra, vivieron, sufrieron, enseñaron, murieron, etc., todo ello, como resultado de la interpretación de una mítica ocurrencia que resulta por demás de carácter común a la mayoría de las gentes, de modo que el observador entre a considerar de una vez por todas, el hecho que ese tipo de evento, no puede estar bajo ningún punto de vista, monopolizado por ninguna cultura o religión, y mucho menos, entrar siquiera a considerar que éste magno suceso se originó a partir de la llegada e implantación de la cristiandad.

“Conviene detenerse por un instante a mirar el alma, reconocer el espíritu y encontrar dentro de cada uno ese ‘Ser Interior’ que es la clave de la existencia. Dennis Heron.


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Fuente: Mi libro: “UN SENDERO A LONTANANZA”.

Registro de Propiedad Intelectual DNDA: 10-427-242

Autor: Daniel García Vanegas

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ETIQUETAS: Constantino, sol invictus, nuevo testamento, Khrisna, Horus, Mitra, Hesus, tradición bizantina,  humanidad, historia, mitología.

Namasté…


[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Sol_Invictus
[2] Microsoft® Student 2009 [DVD]. Microsoft Corporation, 2008.
[3] Wheless, Joseph Forgery in Christianity [La falsificación en el cristianismo]

martes, 22 de diciembre de 2015

EL SOL INVICTO


EL SOL INVICTO

“Al hombre sensato le conviene indagar más acerca del origen de la más renombrada festividad de la humanidad”. Dennis Heron.
 Existen una gran cantidad de remotas celebraciones paganas donde habría establecido un culto al Sol en las fechas del 25 de Diciembre y en razón a que era una festividad que se veneraba en diferentes culturas y religiones, la élite cristiana tuvo a bien acomodar esta fecha, de modo que las fiestas paganas no relegasen al ostracismo la naciente creencia cristiana, así que se sacó de la chistera del mago, la fecha del nacimiento de Jesús obedeciendo a que dichas fechas estaban ya marcadas, plagiando una vez más, como en innumerables ocasiones, las festividades paganas más celebradas y sus más divulgadas parábolas y mitos.

Para unos el 25 de diciembre marcaba el aniversario del nacimiento del dios Sol: Mitra.

Así, las celebraciones romanas del solsticio de invierno enmarcan dos festividades que tenían objetivos idénticos y se llevaban a cabo los mismos días, la Saturnalia y la Brumalia.

Los Saturnales empezaban el 17 y se extendían hasta el 25 de diciembre, asociada con el nacimiento del dios Apolo que los romanos llamaron bruma; Lo hacían a la luz de velas y antorchas, por ser el período más oscuro del año dando origen al ‘Dies Natalis Solis Invicti’ o ‘Festival del Nacimiento del Sol Invicto’, período de luz en alusión al ‘renacimiento’ del Sol, lo que hoy se conserva como Navidad.

Por cuenta de esta celebración los romanos posponían todos los negocios y guerras, había intercambio de regalos, y liberaban temporalmente a sus esclavos. Tales tradiciones se asemejan a las actuales tradiciones de Navidad ya que se utilizaron para establecer un acoplamiento entre los dos días de fiesta.

De la celebración de tal fiesta, se tomó la idea de marcar el 25 de Diciembre como fecha del nacimiento de Jesucristo.

Los germanos y escandinavos celebraban el 26 de Diciembre el nacimiento de Frey, dios nórdico del Sol naciente, la lluvia y la fertilidad. En esas fiestas adornaban un árbol de hoja perenne, que representaba al Yggdrasil o árbol del Universo, costumbre que se transformó en el tradicional árbol de Navidad cuando llegó el Cristianismo al Norte de Europa.

Curiosamente los aztecas festejaban durante el invierno, el advenimiento de Huitzilopochtli, dios del sol y de la guerra, en el mes Panquetzaliztli, que equivaldría aproximadamente al período del 7 al 26 de Diciembre del calendario actual. Aprovechando tal coincidencia de fechas, los primeros evangelizadores, los religiosos agustinos, promovieron la celebración de la Navidad y así desapareció el culto al dios prehispánico y mantuvieron dicha celebración, dándole características cristianas.

Los incas celebraban cada año el renacimiento de Inti o el dios Sol, cuya fiesta era llamada Cápac Raymi o Fiesta del sol poderoso que por su extensión también abarcaba y daba nombre al mes, por ende este era el primer mes del calendario inca. Esta fiesta era la contraparte del Inti Raymi de junio, pues el 23 de Diciembre es el solsticio de verano austral y el Inti Raymi sucede en el solsticio de invierno austral. En el solsticio de verano austral el Sol alcanza su mayor poder (es viejo) y muere, pero vuelve a nacer para alcanzar su madurez en junio, luego declina hasta Diciembre, y así se completaría el ciclo de vida del Sol. Esta fiesta tenía una ceremonia de iniciación en la vida adulta de los varones jóvenes del imperio, dicha iniciación era conocida como Warachikuy.

Hoy en occidente, el 24 de diciembre se celebra la nochebuena y el 25 la navidad, ambos eventos relacionados con el nacimiento del niño Jesús, festividad creada e impuesta por la iglesia cristiana siguiendo las conmemoraciones paganas, aun cuando sus orígenes han sido enmascarados, por cuenta de alimentar la ignorancia y manipular las creencias, acomodando así lo que se debe adorar en determinadas fechas.

A través de los siglos, mucho se ha escrito acerca de la religión, de su significado, de su importancia y de su contribución a la humanidad. En Occidente en particular, montañas de tomos han sido compuestos sobre la naturaleza y los antecedentes históricos sobre los protagonistas.
Otros han tratado de profundizar en las muy escasas pistas existentes sobre la identidad histórica de Jesús, para buscar establecer una semblanza que revele el lado humano del hombre-dios, dada la importancia que reviste su figura para la cultura occidental.
Surge entonces una inusitada controversia alrededor de la existencia de Jesús, a partir de la falta de educación formal y amplia con respecto a la religión y a su base mitológica, ya que la mayoría de las personas son desconocedoras del tema, por cuenta de las enseñanzas impartidas desde niños que hacen énfasis en que no se deben cuestionar aspectos atenientes a dogmas de fe porque Dios lo ha revelado, y punto.
El cristianismo predica en la mayoría de las escuelas y las iglesias, que Jesucristo fue un personaje histórico real y la única controversia con respecto a él, surge del hecho que algunas personas lo aceptan como el Hijo de Dios y el Mesías, mientras que otros no lo hacen.
Sin embargo, mientras que sucede éste es un furioso debate, el cual no es el más importante, sorprende saber que en general, la controversia más perdurable y profunda debería ser si una persona llamada Jesucristo existió realmente, más allá de los mitos de tipo griego o romano, montados y perfeccionados durante siglos de alienación a los ‘creyentes’.
Por cierto, la biblia no menciona en ninguna parte que Jesucristo naciese el 25 de Diciembre, pues las épocas donde se intuye que posiblemente fue dado a luz son primavera, verano u otoño, bastante lejos de finales de diciembre. Al respecto dice el Diccionario Bíblico Conciso Holman; “En realidad no existen evidencias sobre la fecha exacta del nacimiento de Cristo”,
Por tanto, la Biblia no precisa la fecha del nacimiento de Jesús, aun cuando entre líneas sí contiene pruebas de que no tuvo lugar en diciembre. Fuentes profanas esclarecen las razones por las que se fijó su celebración en este día en particular. Jesús nació en la ciudad de Belén de Judea.
El Evangelio de Lucas relata: “Había en aquella zona pastores que vivían a campo raso y guardaban las vigilias de la noche sobre sus rebaños” (Lucas 2:4-8). Esto no es raro. “Los rebaños pasaban gran parte del año al aire libre”. En Palestina en tiempo de Jesús, los pastores con sus rebaños no acampaban a la intemperie en una fría noche de diciembre. Eso basta para probar que la fecha tradicional de Nochebuena, en invierno, tiene pocas probabilidades de ser exacta, puesto que el Evangelio dice que los pastores estaban en los campos.
Es de notar que la mayoría de los historiadores y biblistas rechazan el 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Jesús, pues esta fecha no puede coincidir con la del verdadero nacimiento de Jesús por razones climáticas. Además consideran que la época del año que se escogió para la Navidad era un tiempo en el que ya tenían lugar algunas festividades paganas.
Es más, la Enciclopedia de la Religión Católica observa: “La razón que llevó a la Iglesia romana a fijar la festividad en este día, parece ser su tendencia a suplantar las festividades paganas por otras cristianas. [...] ya que la adoración al sol está presente en una infinidad de culturas, donde los Dioses o avatares eran alegorías al sol, es decir, eran la personificación del Sol.
Es bien sabido que desde los orígenes de la humanidad, los hombres no sólo seguían al sol, también hacían un seguimiento exhaustivo a todas las estrellas que podían apreciar en el firmamento, estrellas que luego fueron clasificadas en constelaciones.
Un seguimiento cercano de la relación entre las creencias de diferentes culturas y los hechos astrológicos relacionados sirven para ilustrar el tema.
 Sobre el nacimiento, la historia dice que tres reyes siguen una estrella del oriente, la cual les guía para observar el nacimiento del redentor. Pues bien, la estrella del oriente es Sirio, que es la estrella más brillante de la bóveda celeste, la cual el 24 de diciembre se alinea con las tres estrellas del cinturón de Orión llamadas “Los tres Reyes”. Al revisar las culturas antiguas se ve la importancia que se tienen Sirio y Orión en las culturas antiguas.
 Entonces, los Tres Reyes o las estrellas de la constelación de Orión quedan alineadas perfectamente con la estrella del este Sirio y todas ellas apuntan al nacimiento del sol el 25 de diciembre, es por ello que se dice que los tres reyes siguen a la estrella del este para apreciar el nacimiento del mesías, el mismo sol.
 Al observar las imágenes creadas del supuesto nacimiento de Jesús, siempre hay una estrella muy brillante, esa estrella es Sirio, y luego se encuentran los tres reyes presenciando el nacimiento, lo que hace referencia al cinturón de Orión.
 Se trata de tener claro que tanto en la Biblia como en absolutamente todos los escritos antiguos y sagrados se escribe por medio de parábolas, metáforas de una forma muy alegórica o simbólica, es por ello que muy pocas cosas de tales escritos se pueden tomar en forma literal.
Jesús nació de una madre virgen y María hace referencia a la constelación de Virgo, pues Virgo en latín significa virgen. Mientras Virgo también es referido como “la casa de pan”, cuya constelación es representada con una mujer virgen sosteniendo un manojo de trigo. La casa de pan y su símbolo del trigo se asignan a agosto y septiembre, es decir, la fecha de la cosecha, en tanto Belén, igual se traduce literalmente como “casa de pan”.
 Belén, lugar donde supuestamente nació Jesús es una referencia a la constelación de Virgo, un lugar en el cielo, no en la tierra. Aunque bien es sabido que culturas antiguas como la egipcia o la maya entre muchas otras, intentaban representar lo que apreciaban en el cielo, en la tierra, de ahí se colige que las pirámides como Giza o Teotihuacan se encuentren perfectamente alineadas con el cinturón de Orión.
 Desde el momento que sucede el solsticio de verano hasta que ocurre el solsticio de invierno, paulatinamente los días se van haciendo más fríos y cortos. El hecho que el sol fuese apareciendo cada vez por menor lapso, haciendo los días más fríos y oscuros, produce que las plantas y cosechas muriesen poco a poco por la falta de calor, lo cual para las antiguas culturas, simbolizaba una lenta muerte del sol.
 Esto sucede hasta que finalmente, el día 22 de Diciembre el sol alcanza su punto más bajo visto desde la óptica del hemisferio norte, de modo que en ese momento deja de descender y mantiene esa misma posición durante tres días y entre tanto, el Sol permanece muy cerca de la constelación denominada “Cruz del Sur”, puesto que allí muere su semestral recorrido, para proceder a resucitar a renglón seguido.
 Entonces, a partir del 25 de diciembre, lo que significa tres días después de su muerte, el Sol vuelve a ascender poco a poco, anunciando días más largos y cálidos.
 Es por esta razón que se dice que cualquier divinidad que se corresponda con cualquier religión que siga al Sol, muere en la cruz, o sea, en la Constelación Cruz del Sur, para luego de tres días resucitar, momento cuando el astro rey vuelve a ascender, otorgando a partir de ahí, más luz y calor.
 Por otra parte, los doce discípulos hacen referencia a las doce constelaciones, por las cuales el sol, se mueve.
 La cruz zodiacal rodeada por un círculo representa al sol, no es la cruz cristiana, sino una forma que se obtiene recogiendo el centro del tránsito zodiacal que marca las estaciones, delimitando a su vez los solsticios y equinoccios. Al observar esa cruz, siempre aparece en las más antiguas representaciones de Jesucristo, donde se puede apreciar como en la parte posterior de su cabeza aparece dicha cruz, porque Jesús es simplemente asociado con la representación del sol.

Tanto es así que en la Biblia se pueden leer algunas citas que hacen referencia a Jesús, que son claras alegorías al sol:
-El sol de Dios, la luz del mundo.
-El salvador levantado, el que vendrá nuevamente como lo hace cada mañana.
-La gloria de Dios que defiende el mundo de la oscuridad.
-El que nace nuevamente cada mañana y puede verse viniendo entre las nubes, alto en el cielo, con su corona de espinas o rayos solares.
 Pues bien, de la misma forma que se ha puesto a Jesús de modelo, se pueden poner de ejemplo muchas otras deidades, las cuales son el sol personificado. Basta con hacer un recorrido por las antiguas culturas y ver su adoración al sol y revisar sus fiestas que son su culto, tal como: el Natalis Solis Invicti, Brumalia, Saturnalia entre las festividades paganas más reconocidas.
Los antepasados con razón le dan gran importancia al sol, las estrellas y las constelaciones en general. Su gran obsesión espiritual por el firmamento y por representarlo en la tierra, crearon todo tipo de cultos en sus escritos sagrados o en enormes monumentos construidos, producto de la intuición interior que dice que se tiene una conexión intensa con esas estrellas presentes desde los albores de la humanidad.
 Es notable además que la fecha en que se festeja la natividad de Cristo, el 25 de diciembre, en el solsticio de invierno, coincide con la del día en la que se conmemoraba el nacimiento de Mitra y de tantas otras deidades.

Y el nacimiento de Mitra dios solar, popular en Roma el siglo I al IV d.C., marca el 25 de diciembre, con una antigua veneración que encuentra sus orígenes en Mesopotamia, y fácilmente puede remontarse al segundo milenio a.C., cuya adoración se difundió más tarde en la India y posteriormente llego hasta el Imperio romano.

El nombre de Mitra es mencionado por primera vez en un tratado entre los hititas y los mitani, escrito hacia el 1400 a. C., mientras hacia el año 62 a. C., los soldados romanos adoptaron la imagen de este dios a su manera, le agregaron características no persas, y crearon una religión llamada mitraísmo que se expandió rápidamente por todo el Imperio romano, y que en su momento compitió con el incipiente cristianismo hasta el siglo IV.

La existencia de un paraíso para los buenos y un infierno para los malos es muy anterior a la confección de la Biblia, concepto planteado en los textos del Mitraismo persa cientos de años antes.

Un nuevo ejemplo de asociación y asimilación de creencias llega con Zoroastro de quien coincidentemente se dice haber nacido un 25 de diciembre.

Zoroastro es el nombre del profeta fundador del mazdeísmo o zoroastrismo conocido en Grecia como: Ζωροάστρης Zōroastrēs o Zarathustra y en avéstico como Zarathuštra que al ser castellanizado se convierte en Zaratustra. Se sabe casi nada de él de manera directa, y las pocas referencias que se conocen de él están rodeadas de misterio y leyenda.


Persisten una serie de discrepancias sobre el lugar de nacimiento de Zoroastro. Según algunas corrientes, nació en Rhages, ciudad cerca de Teherán, en Irán y otros indican a Afganistán o Kazajistán como su origen. Otras fuentes argumentan que Zaratustra corresponde más bien al título dado a una serie de maestros, supuestamente cuatro, y que no es el nombre concreto de uno de ellos, ya que el hombre al que se suele referirse como Zoroastro, habría sido el último de la serie.

Así pues, mediante cálculos indirectos sobre vagas referencias a otros personajes coetáneos o posteriores, se estima que nació entre el principio del primer milenio y el siglo VI a.C.

De cualquier manera, cuenta la leyenda que Zoroastro llegó hasta el rey Guhtasp, quien gobernaba una tribu situada posiblemente en Balkh al noroeste de Kabul, en Afganistán.

Allí Zoroastro convenció al rey junto con su tribu de adoptar sus creencias. De esta manera llegó a convertirse en religión oficial una de las primeras religiones monoteístas, aunque dentro de un marco dualista de la historia, tendencia denominada mazdeísmo o zoroastrismo.

El nombre de mazdeísmo en idioma avéstico procede del nombre de la deidad Ahura Mazda, quien está enfrentado a un ente maligno que recibe el nombre de Angra Mainyu o Ahrimán y es el hermano gemelo de Ahura Mazda. Esto de pie al conflicto entre el Bien y el Mal que marca la vida de los hombres.

Mazda significa ‘sabiduría’, es un nombre femenino como en griego lo es ‘Sofía’. Ahura significa, literalmente, el ‘ser alto’ masculino. Ahura Mazda es omnisciente, abstracto y trascendente, sin imagen concreta, por lo cual no es representable.

Es el dios del cielo, omnisciente y sacerdote celeste, líder de los Amesha Spenta, divinidades del zoroastrismo creadas por Ahura Mazda para ayudar a regir la creación (los ahura). Es un dios abstracto y trascendente, sin imagen concreta, por lo cual no es representable. Los zorastrianos usan el término atar para referirse al fuego y la luz, que son manifestaciones propias de Ahura Mazda.


Como base estructurada escrita del mazdeísmo, Zoroastro dejó una obra, conocida como el ‘Avesta’, por ser redactada en avéstico. Fue transmitida durante mucho tiempo de manera oral. , como el más alto objeto de culto a la primera divinidad, frecuentemente mencionada en la liturgia Yasna. En la cosmogonía y tradición zoroástrica, todas las divinidades menores son también creaciones de Mazda.

Ya en tiempos del Imperio sasánida se recopilaron los textos que pasaron a conformar el Avesta. Los pasajes más importantes son los cánticos sagrados, llamados gathas. Es posible que la obra date de tiempos de los sasánidas, entre el siglo III y VI d.C., aun cuando recogen una tradición oral, sin duda mucho más antigua.

Hay una interesante correlación entre los textos sagrados o Gathas de Zaratustra, El Yasna y en especial el capítulo de la creación plasmado en el libro de Isaías en el Antiguo Testamento. Esto se puede atribuir en gran parte a la influencia que los mesopotámicos imprimieron a los israelitas durante el tiempo que los israelitas vivían en Babilonia. Curiosamente, ‘el libro de Yasna’ hace preguntas que son respondidas directamente en el libro de Isaías. Hay una gran cantidad de ejemplos de influencias de zoroastrismo, pero éste en particular resulta ser uno muy controversial.

En otra parte, las escrituras zoroástricas expuestas antes de la creación de la biblia, ya hablaban de cómo Ormuz creó el mundo y los dos primeros seres humanos en seis días y descansó en el séptimo. Casualmente los nombres de estos dos seres humanos eran Adama y Evah.

Curiosamente la idea de los ‘Ángeles’ y los ‘Demonios’ no es originalmente bíblica, se debe decir que aparecen un sinnúmero de maneras en las que el judaísmo y el cristianismo fueron influenciados por el zoroastrismo. Uno de los principales ejemplos es la existencia, estructura y jerarquía de los ángeles y los demonios. Según los estudiosos, los zoroastrianos fueron los primeros en creer en los ángeles, en la idea de Satanás, y en la batalla en curso entre las fuerzas del bien y del mal.

Igual, el arte de la época de Zoroastro retrata al profeta Zaratustra como estar rodeado por el mismo halo de luz que muestran las figuras cristianas a menudo.

Durante su vida, Zoroastro se mostró fuertemente en contra de las religiones politeístas presentes en la zona del valle del Indo, la meseta oriental del Gran Irán y las márgenes y oasis del río Oxus.

Si bien en vida logró algunos éxitos, no fue hasta después de su muerte cuando el mazdeísmo alcanzó una gran expansión en buena parte de Asia Occidental y Central, convirtiéndose en religión oficial de los aqueménides, los partos y de los sasánidas hasta bien entrada la Alta Edad Media.

Las bases sentadas por el mazdeísmo y la polarización total del Bien y del Mal ejercieron una influencia importante en el judaísmo y a través de él en las religiones monoteístas surgidas en el Oriente Próximo a finales de la Edad Antigua, reflejadas en tanto en el cristianismo como en el islamismo.

Al final la presencia del cristianismo y la expansión del islam, erradicaron por completo el mazdeísmo, que sólo pervivió de manera meramente testimonial en algunas comunidades ocultas de Persia, en la isla de Ormuz en el Golfo Pérsico y en la región de Bombay en la India. La religión aún es practicada por unos 60.000 seguidores de Zarathustra en India y otros países y sus seguidores son llamados ‘parsis’.

 “El hombre cabal tiene la facultad de modificar su vida modificando su actitud mental”. 
William James.

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Fuente: Mi libro: “UN SENDERO A LONTANANZA”.

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Autor: Daniel García Vanegas

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