LA ASTROLOGÍA (3)
“En la religión
mesopotámica la diferencia fundamental entre dioses y hombres era la inmortalidad de los primeros,
aunque bien podían concedérsela a quien ellos quisieran”. María Isabel Cubas.
Está claro en éste
punto que previo a la aparición de los considerados conceptos científicos,
aquello que en su momento era desconocido, se explicaba básicamente por medio
de mitos y leyendas, en especial, lo referido a situaciones meteorológicas,
eclipses, cambio de estaciones y demás fenómenos asociados por su condición de
‘sobrenaturales’, a los miedos y temores; es más, ante la marcada incapacidad
de entender aquello que ocurría a su alrededor y sin poder someterlo al ámbito de
su dominio, el hombre antiguo entonces recurría a adjudicar a los dioses, ciertos
mandatos como vía de explicación, fenómeno que aún hoy, no puede considerarse
extinto.
Pues bien, mucho llama
la atención el ‘panteón mesopotámico’ por ser el primero de los hoy reconocidos
en su condición de más antiguo, y en consecuencia, para el observador constituye
un vivo reflejo de la sociedad para entonces imperante y de su huella dejada a
través de su paso por la historia se pueden rescatar muchas creencias.
De ésta manera y
en términos generales en la jerarquía sumeria había un soberano, con una
familia real, una corte, y una serie de funcionarios y ayudantes que les
acompañaban en la regencia. Es decir, había una estructura destacada, que a la
vez se respaldaba en una serie de divinidades mayores o supremas, junto con otras
menores.
En éste marco
contextual aparece la presencia de los dioses más importantes, entre los que se
destaca con gran relevancia la llamada Tríada
Sumeria, formada por Anu ‘dios
del cielo’, Enlil ‘dios del agua’ y Enki ‘dios de la tierra’.
Por tanto, en el
curso de éste tránsito conviene detenerse por un momento a considerar sus
atributos particulares:
ANU (An): Para los
relatos sumerios conocidos, era rey de los Anunnaki y por tanto, de todos los
dioses. Aparecía venerado como el dios del cielo, del paraíso y de la tierra.
Además, dios del firmamento estrellado, pues era el espíritu monarca de la
esfera superior.
De hecho, "An"
significa precisamente ‘cielo’ en sumerio y su ícono era una estrella. Según la
tradición, vivía en el Paraíso y visitaba la tierra en épocas de crisis o con
motivo de asistir a determinados ceremoniales.
Su Templo en Uruk
recibía el nombre de Eanna que
significa ‘La casa de An’ donde le rendían culto. De su unión con Nannu tuvo a Enki, y de su unión con Ki
tuvo a Enlil. Junto con ellos, sus
dos hijos, se forma la llamada ‘Tríada Sumeria’ de dioses primordiales.
Anu, durante eones
fue reconocido como el dios principal, para luego en la tierra ser sustituido
en este papel primordial por Enlil, para posteriormente derivar su reflejo en
distintos dioses regionales, incluidos sus nietos Marduk y Ashur y otros miembros
de su descendencia.
Sin embargo, los
antecesores siempre mantuvieron un papel preponderante en todos los panteones,
al ser mostrados sea como la figura del demiurgo o como el dios original del
Universo, aun cuando sus características concretas en realidad nunca fueron muy
bien definidas.
Astrológicamente hablando,
Anu estaba asociado con el ‘Camino o Sendero de An’, región relacionada con la
bóveda celeste que coincide con el Ecuador.
Posteriormente, se
definiría dicha región como el espacio ubicado entre los dos trópicos. Su rango
era el máximo sexagesimal asignado y estaba asociado el número 60, cifra
sagrada por excelencia para los sumerios.
Su ideograma
expresado en caracteres cuneiformes también servía para describir la palabra
‘dios’, proveniente del termino dingir
en sumerio o del vocablo ilum en
acadio.
Como indicado, originalmente
se le representaba mediante una estrella y más reciente, esto es a partir de la
época Cassita, con frecuencia se hacía mediante una corona de siete pares de
cuernos, propia de los grandes dioses.
En la tradición
babilónica, Anu estaba directamente ligado con su ancestro Antu.
A medida del transcurso
del tiempo, fue asimilado con el dios asirio Assur, al igual que con el filisteo Dagon, en muchos los casos se representa con un disco alado que
emerge de un busto humano portando una tiara real con dobles cuernos y con cola
de águila, siempre mostrado en el acto de tensar un arco para lanzar una
flecha, imagen que al final lo asimila con el signo de sagitario.
ENLIL: Considerado
por muchos el dios supremo del panteón sumerio-acadio, regente creador de la
humanidad. Los poderes y competencias específicos asignados a él, cambiaron
mucho a través del tiempo. Sustituyó en el mando local a Anu su padre, dios del cielo, para ser la deidad suprema, por ser
un dios más ‘cercano’ para la gente. Pese a ser llamado creador, es él quien
ordena un diluvio para acabar con la humanidad. Habitualmente era el
depositario de las tablillas ‘Me’,
que simbolizaban las leyes que marcan el orden en el universo.
Tanto en Nibiru su
planeta natal, como en la tierra cuando se reúnen los dioses, siempre se sitúa
detrás de su padre. Se reúnen en su templo Ekur
en Nippur la ciudad sagrada y sólo habitada por sacerdotes. Enlil fue un dios prolífico,
según la tradición babilónica se unía con la diosa Ninlil de cuya relación tuvo a Sim y a muchos otros grandes dioses: Adad, Nergal, Pabilsag y Zababa.
Además junto con Ninhursag fue padre
de Ningirsu y Ninurta.
Astronómicamente
era asociado con el ‘Camino de Enlil’, región del cielo ubicada al norte del
ecuador celeste y coincidente con el Trópico de Cáncer. También se le relacionó
con las Pléyades, llamadas Mul-mul,
en sumerio. Más adelante, en la tradición acadia también era conocido como
Ellil.
Posteriormente
sería sustituido por el dios de Babilonia, Marduk.
A partir de la época Cassita fue representado mediante la corona con siete
pares de cuernos, colocada sobre un altar o por siete estrellas: las Pléyades.
Su rango jerárquico era el 50. Tradicionalmente, el centro para su culto era
Nippur, donde estaba el E-kur, en sumerio o ‘la casa de la montaña’ que era el
principal templo a él dedicado. Se le asocia con Tauro vigente en la era en la
que prima esta constelación, esto lo ubica hacia el año 4500 a.C.
Surge a partir del
caos húmedo, producto de la transformación de las aguas marinas que impregnan la
Tierra y que dan vida a los seres que la pueblan. Protector de marinos y
navegantes.
Como indicado, en
conjunto con Anu y Enlil formaba la "Tríada
Sumeria" de dioses principales. Tradicionalmente ha sido considerado como
protector de la humanidad. Guardián de las leyes divinas y del ME, esto es, del orden sin caos, posee el
gran atributo de ayudar la civilización, producto del poder de negociación con los
dioses, es él quien avisa a Atrahasis,
el ‘Utanapishtim’ sumerio personaje original quien dio nacimiento al mito del
Noé bíblico, para que se construyera un barco o Arca, con el fin de poner a
salvo a su familia y a todos animales de la Tierra ante el inminente diluvio
ordenado por Enlil.
Astronómicamente
se le asocia con las constelaciones de Acuario y Capricornio, así como con el
"Sendero de Ea", región que vista desde el cielo queda localizada al
sur del ecuador celeste, y que fue posteriormente identificada con el Trópico
de Capricornio. En su mito suele aparecer como hijo de Anu con Nannu y se dice esposo
de la diosa Damgalnun.
En la iconografía
tradicional era representado por una figura masculina portando o vertiendo
agua, a veces con chorros líquidos surgiendo de sus hombros con pececillos
nadando en su interior.
A partir de la
época Cassita será también representado mediante la tradicional corona de siete
pares de cuernos sobre un altar, tal como sucedía con Enlil y Anu.
Otras veces se
muestra con una cabeza de cabra sobre un altar, otras con una tortuga, otras
con una cabra-pez o mediante una serie de combinaciones de los símbolos
anteriores. Se dice que Innana, hija
de Enlil en un momento dado le
convenció (¿engaño?) para que le cediera a ella algunas de sus
responsabilidades.
Astronómicamente
está representado por la constelación de Acuario llamada Gula, en sumerio
‘Grande’, uno de sus más conocidos epítetos, igual, se le nombra como el Pez Austral
de Ku, en sumerio ’pez’. Empero se le asigna el símbolo de Capricornio, Suhurmash, en sumerio que significa ‘Cabra-pez’.
Con frecuencia
aparece junto a su sirviente, el dios de las dos caras Isimud para los sumerios o Usmu
para los semitas. Su rango jerárquico o número asignado era el 40. El
centro de su culto estaba localizado en el templo E-abzu, en la ciudad de
Eridu, asociado con Ptah en el Egipto ancestral.
Es así como con el
paso del tiempo y por cuenta de las sucesivas conquistas entrecruzadas de
semitas, acadios, babilonios y todas las demás mezclas e infiltraciones
culturales, ésta, la ‘Tríada’ original sería sustituida por la luego denominada
‘Tríada Semita’, que estaba conformada
por Isthar o Inanna sumeria, diosa del amor, la guerra y la fertilidad, por Sin, ‘dios de la luna’ y por Shamash, dios del sol y los astros.
Pues
bien, Sim (Nanna o Nannar) junto con sus descendientes, fue
el fruto de la unión de Ningal ‘diosa
de la luna’, con Shamash (Utu) quien
junto con Ishtar (Inanna),
constituyen la "Tríada Semita" de dioses que por cuenta de las
condiciones derivadas de las innumerables relaciones celestes establecidas, se
incorporó con fuerza al panteón mesopotámico desde el Período Acadio, entre
cuyas características se destacan las que se enumeran a continuación:
Es él quien
entrega a Hammurabi el primer código de leyes conocido por la humanidad. Su
número de rango era el 20. La tradición de su origen varió mucho a través del
tiempo: los sumerios lo consideraban hijo de Nanna y hermano de Inanna,
aun cuando los acadios y babilonios consideraban que su padre era Anu o inclusive Enlil. Algunas veces aparece junto con su consorte Sherida (Aya para los semitas). Se le representaba con un disco solar de
ocho puntas o mediante una figura masculina de la que emanaban llamas de los
hombros. Su símbolo también fue en épocas posteriores la balanza, por tanto,
así aparece representado en la constelación de Libra o Zibanitu.
Astronómicamente se le asocia con la estrella de la mañana o el planeta
Venus. Luego fue identificada con Afrodita y con la Astarté fenicia. Su
rango era el 15. Aparece en muchos relatos de la época, como en del pastor Dumuzi o en la epopeya de Gilgamesh.
Su
origen también es confuso, en algunas
tradiciones es hija de Anu y Ki (la tierra), y en otras de Sim y Ningal (la luna). Además en otras aparece como
hija de Enlil o de Enki. Su hermana es la diosa del
Inframundo, Ereshkigal. Es representada
mediante una estrella de ocho o diez y seis puntas, una flor, un león o una
mujer, a veces desnuda. Sin un lugar específico de culto central, destacaba
el E-ana o
’Casa del Cielo’ de Uruk. Tuvo siete
templos en Sumer, aunque el mayor estaba en Uruk, dedicado sólo a ella y a Anu. Su consorte fue Dumuzi, tomado como un dios menor o
semidiós y héroe de Uruk.
"Hasta hace poco se pensaba que Hiparco de Nicea había transmitido el conocimiento astronómico
griego autóctono más temprano y sin embargo, muchos autores sugieren hoy la existencia de una relación entre las
referencias astrales de sus obras y las tablas Mul-Apin, luego de la lectura de
las tablillas sumerias ".
Anónimo.
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Continuará…
Registro de Propiedad Intelectual DNDA: 10-427-242
Autor: Daniel
García Vanegas
ETIQUETAS: Astrología,
zodiaco, horóscopo, almanaque, calendario, mitología, retrospectiva,
cosmovisión, tiempo, sumerios, tradición, humanidad, historia.
Namasté…
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